Por Olga Inés Pintado
30 Abril 2022
Dra. En Física-Investigadora en Astrofísica
Cada año se organizan, en todo el país, las ferias de ciencias escolares. Son actividades que alcanzan a todos los niveles educativos y se realizan a nivel provincial, regional, nacional y -en algunos casos- internacional.
Entre los objetivos podemos destacar: fomentar el espíritu crítico y la curiosidad en niños, jóvenes y adultos; en los docentes y en la comunidad en general; y desarrollar habilidades de comunicación en los estudiantes por medio de la exposición de sus producciones científicas, artísticas o tecnológicas.
Actualmente las ferias de ciencia incluyen temas científicos y otros relacionados con las artes, con la educación y con la tecnología, que son áreas en las que se trabaja con metodologías diferentes. Hay trabajos ordinarios, que pueden abordar cualquier cuestión, y están los temáticos, que se limitan al tópico propuesto por los organizadores cada año.
Muchos de los trabajos que se presentan son recopilaciones, experimentos de laboratorio, etc., que deben ser elaborados, documentados y comunicados al público asistente y a los evaluadores.
Los trabajos de ciencia y tecnología deberían servir no sólo para interesar a los estudiantes en esos temas, sino también para introducirlos en la metodología de la investigación científica. Y apara eso deben tratar de hacer un trabajo de investigación adecuado para el nivel en que se encuentren.
Lo que debemos tener presente es que se trata de una competencia en la que todos los participantes reciben una mención; habrá algunos que obtendrán premios y otros no. Los premios pueden consistir en distinciones, diplomas, medallas o el acceso a una instancia superior. No hablemos de ganadores y perdedores, porque al haber concretado el trabajo para participar ya todos ganaron mucho en conocimiento y habilidades para trabajar en ciencia.
Cuando se encara un trabajo de investigación a nivel profesional no siempre los resultados son exitosos. A medida que se va desarrollando el trabajo hay que modificar lo planeado para obtener un resultado y muchas veces los mismos no llegan. En otras palabras, el trabajo no es exitoso. A partir de estos problemas surgen nuevas ideas y hasta nuevas líneas de investigación. De los fracasos se aprende mucho.
Puede suceder entonces que en el marco de un trabajo para una feria de ciencias no se llegue al resultado esperado, porque no alcanza el tiempo o porque hubo algún otro problema en el desarrollo. ¿Está bien que esto ocurra?
Si, está bien, y nunca debería pensarse como un fracaso, sino como una enseñanza. Esto es muy difícil de entender, sobre todo para los estudiantes y los docentes, cuando sienten la presión de obtener algún premio y de colocar a su escuela en un podio.
Sin dudas las ferias de ciencias son útiles y cumplen su objetivo, pero habría que pensar en una forma de evaluación que tenga en cuenta que un trabajo que no ofreció un final exitoso no sea considerado un fracaso por parte de los estudiantes.
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Olga Pintado
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