27 Abril 2022
Guadalupe Lucero.
Agentes de Gendarmería Nacional habían encontrado ropa y restos óseos a unos 200 metros de la casa donde fue vista por última vez Guadalupe Lucero, hace 10 meses en San Luis. Una calza de color rosa fue llevada hasta la casa del padre de la niña y este no descartó que pudiera pertenecer a su hija.
“Vinieron hasta mi casa, trajeron una prenda de vestir con muchas similitudes. Si bien el color de la calza está bastante deteriorado, tiene bastantes similitudes a una prenda que mi hija tenía o había tenido en su momento, pero cuando desaparece la que estaba con ella era la mamá, y más que ella nadie va a saber cómo estaba vestida”, explicó Eric Lucero.
“Por el largo, no era porque mi hija es mucho más larga”, estimó. Además, en diálogo con TN, expresó que estos nuevos rastrillajes le hacen “revivir todos los recuerdos”. Y agregó: “llegar al punto de que tenía una prenda muy similar, pero por lo deteriorada que estaba no podés visualizarla bien”.
“Las expectativas las tengo de que surja algo bueno de acá, algo que nos lleve al paradero de mi hija. Esperemos si hallan algo más”, dijo.
La zona será rastrillada por policías, gendarmes y cuatro canes de la Policía Federal hasta el viernes, mientras que el estudio de los restos óseos hallados demandará una semana, según precisaron fuentes de la investigación a Infobae. Aunque la sospecha es que son de animales.
Fue a partir del surgimiento de una nueva hipótesis, y por orden de la Justicia Federal, que aproximadamente 200 agentes realizaron en San Luis nuevos rastrillajes a 10 meses de la desaparición de Guadalupe. En esos operativos se halló la calza “pequeña, de color oscuro y rajada, unas botitas número 30 y restos óseos quemados, que aún no se estableció si son humanos”. Esa calza fue la que vio Eric este miércoles y que también las autoridades le llevarán a la mamá de la nena desaparecida, Yamila Cialone.
Las prendas “no estaban enterradas, solo entre la maleza y gastadas por el paso del tiempo” afirmaron las fuentes consultadas por la agencia Télam y precisaron que al hallazgo se suman “unas botitas número 30 que no serían del talle de la nena así que por el momento no las exhibirán”.
“Finalmente, se recolectaron unos huesos quemados, que la gente de antropología empezó a analizar hoy para saber si son humanos o no”, apuntaron sobre los rastrillajes.
El Fiscal Federal Cristian Rachid ratificó que hay “un sinnúmero de medidas en curso”, que por el momento no serán reveladas, aunque insistió que los rastrillajes se enfocan en las líneas de investigación que apunta a un posible secuestro de la niña y un accidente, esto último a raíz de lo que habría dicho una niña a psicólogos, testimonio que se logró a través de actividades de juego.
La menor, que padece un retraso madurativo, “habría regresado el día de la desaparición de Guadalupe con la ropa embarrada y restos de pasto en la cabeza, reproduciendo una versión poco entendible sobre la niña desaparecida, por lo que se infiere la posibilidad de un accidente en un juego entre ellas”, según fuentes vinculadas a la causa.
En la causa trabajan cuatro fiscales designados el año pasado por el procurador Eduardo Casal: el federal de San Luis, Cristian Rachid; Marcelo Colombo y María Alejandra Mángano, titulares de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), además de Leonel Gómez Barbella, a cargo de las fiscalías nacionales en lo Criminal y Correccional Nº 8 y Nº 3.
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