El conflicto entre el gobierno del Frente de Todos (FDT) y la Justicia sumará un nuevo episodio, a partir del tratamiento en el ámbito del Senado de la Nación de los proyectos para modificar la composición de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN).
Mientras las tensiones por la pelea por el Consejo de la Magistratura todavía se hacen sentir, dos comisiones de la Cámara alta (Asuntos Constitucionales y de Justicia, en plenario junto a Asuntos Penales) se reunirán a partir de las 12.30 para dar el primer paso en la discusión, consignó el sitio TN.
En principio, la reunión sería simplemente con fines informativos, y sólo se daría inicio al tratamiento de las propuestas que pretenden cambiar la estructura del máximo tribunal -en especial, incrementando el número de jueces y juezas-. Incluso, el objetivo del oficialismo no apuntaría a una aprobación "exprés" de un eventual dictamen, y estaría contemplada la convocatoria a constitucionalistas y a expertos en derecho de diferentes ámbitos.
Si bien la iniciativa que llegará al recinto todavía está lejos de definiciones, el espacio que lidera la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner -titular del Senado- pretende que la CSJN cuente con al menos nueve vocalías, es decir, cuatro más que en la actualidad (cinco, si se suma la vacante dejada por Elena Highton de Nolasco).
Esta discusión se produce luego de que la Corte de la Nación declaró la inconstitucionalidad de la normativa aprobada en 2006, precisamente por impulso de CFK, para regular la integración y el funcionamiento del Consejo de la Magistratura, órgano clave para la vida institucional y política de los tribunales por funciones como la selección y la sanción de los jueces nacionales.
Tras el revés de la CSJN, y pese al rechazo del oficialismo, el presidente del propio tribunal supremo, Horacio Rosatti, quedó al frente del Consejo de la Magistratura, dado que se volvió a la composición establecida por la legislación anterior a 2006.
La respuesta del oficialismo fue la presentación de al menos tres proyectos en la Cámara alta que apuntan a ampliar el número de vocales de la Corte nacional.
En el Senado, el interbloque del Frente de Todos está compuesto por 35 legisladores (por una estrategia de CFK, quedó dividido en dos para ostentar también el rol de primera minoría). Para conseguir quorum y sancionar una norma se necesitan 37 votos. El oficialismo conseguiría el apoyo de tres senadores aliados: la misionera Magdalena Solari Quintana, el rionegrino Alberto Weretilneck y la riojana Clara Vega. Estos dos últimos presentaron dos de los tres proyectos que comenzarán a ser debatidos este miércoles.
En Diputados, sin embargo, la situación es diferente, ya que, para avanzar con la eventual aprobación de la iniciativa, el oficialismo necesita más aliados que con los que puede contar hoy en día. En el Frente de Todos hay quienes reconocen que la posible media sanción del Senado a un proyecto de reforma de la Corte sería más “una señal política” que una expectativa real de ver sancionada una ley.
Pero la ofensiva K también presiona sobre la interna del Gobierno: en el sector más “albertista” consideran que, más que una “señal política”, podría dar una “señal de debilidad”. Por eso, también será clave la postura final que adopte el presidente Alberto Fernández ante el conflicto que protagoniza especialmente el kirchnerismo con la Justicia.