Una solicitada publicada por la Asociación de Clínicas y Sanatorios provocó zozobra en el seno de la Acción Social de la Universidad Nacional de Tucumán (Asunt) y angustió a sus miles de afiliados. Se informaba que el contrato entre ambas entidades quedaba rescindido y que los beneficiarios de Asunt pasaban a ser pacientes particulares. La situación se recompuso al cabo de una extensa reunión, que insumió gran parte de la tarde, y derivó en un acuerdo para firmar un nuevo convenio. Mientras tanto, el Rectorado movió fichas y con la aprobación ampliamente mayoritaria del Consejo Superior dispuso brindarle una ayuda de $ 50 millones a la Acción Social.
“Fue una sorpresa esa solicitada. Habíamos quedado en que hasta el próximo jueves teníamos tiempo de revisar un nuevo convenio, pero justo apareció este comunicado”, le dijo Adriana De Pedro, presidenta de Asunt, a LA GACETA. Tras varias horas de negociación, desarrollada entre las 13 y las 18, la entidad que nuclea a las clínicas y sanatorios acordó con la Acción Social universitaria los lineamientos del contrato, que se firmará hoy a primera hora. El servicio se restableció al finalizar la reunión, según indicaron desde Asunt.
“Estábamos realmente preocupados porque son 22.000 los afiliados de la Acción Social. Pudimos acordar algunas cuestiones puntuales que requerían”, sostuvo la titular de Asunt sin brindar más detalles del convenio, cuya letra chica se conocerá en las próximas horas.
La gravedad del caso y el impacto de la noticia no pasaron inadvertidos en el Rectorado y muy temprano se tomó la decisión de brindarle un auxilio a Asunt, cuya situación económico-financiera es muy compleja. Como el tema no estaba en el orden del día del Consejo Superior se acordó tratarlo sobre tablas y fue el rector José García quien anunció su intención de destinar los $ 50 millones a la Acción Social. El tema había sido conversado antes de la sesión y por eso José Luis “Pío” Jiménez, candidato a Rector por la oposición, se mostró dispuesto a respaldar a García, aunque hizo varias consideraciones al momento de pedir la palabra.
Voces
“Lo que correspondía es que tuviéramos un informe de la situación de Asunt para conocer cuál es la realidad de la Acción Social”, sostuvo Jiménez. “No sabemos de cuánto es la deuda que tiene”, especificó, y también hizo alusión a cómo se está gestionando. “Dicen que el problema es la cantidad de empleados... Bueno, me gustaría saber cuánta gente se nombró durante los últimos dos años”, enfatizó el Decano de Ciencias Económicas.
Mateo Martínez, Decano de Medicina, también apoyó la propuesta del Rectorado, aunque pidió que se especifiqué para qué se emplearán los fondos. Sostuvo la importancia de que se los destine a paliar las deudas con el fisco y con los principales prestadores de Asunt. En la misma sintonía opinó el Vicedecano de Filosofía y Letras, Santiago Bliss.
Al debate lo condimentó el secretario general de Apunt -el gremio de los no docentes-, Ángel Morales, quien comparó una ayuda de esta naturaleza con “una gota en el desierto”. Y destacó, refiriéndose a la gestión de la Acción Social: “la mentira nos ha llevado a esto. Sabíamos que íbamos a llegar a esta situación. Todo pasa por la administración, nos merecemos conocer la realidad”.
A la hora de la votación la propuesta de García -asegurado el respaldo del grupo afín a “Pío” Jiménez- pasó sin problemas el filtro y Asunt podrá engordar su caja con un aporte que le llega en un momento de extrema delicadeza.