Elon Musk finalmente se convirtió en el dueño de Twitter y con esta transacción revolucionó en las últimas horas el mercado financiero mundial. También generó una suerte de “guerra de magnates”, ya que Jeff Bezos, el accionista mayoritario en el retailer Amazon.com, el periódico The Washington Post y la compañía aeroespacial Blue Origin, cuestionó la compra de Twitter, y planteó si este nuevo escenario generará influencia de China en esa red social.
La objeción tiene sentido: Twitter está actualmente bloqueado en China, pero Musk tiene en ese país varias empresas consideradas clave, lo que haría suponer la posibilidad de una apertura para esa plataforma en la potencia asiática. Bezos se refería precisamente a Tesla Inc., que depende en gran medida de China para la producción y las ventas de vehículos eléctricos.
Musk se autodenomina “absolutista de la libertad de expresión” y critica la política de moderación de contenidos de Twitter, que incluso dejó afuera al ex presidente de los EEUU, Donald Trump. Y dicho sea de paso, este aseguró que si con el cambio de propietario lo habilitan nuevamente a utilizar su cuenta bloqueada, no volverá a usar esa red social.
Los activistas políticos esperan que la propiedad de Musk en Twitter suponga una menor moderación y la reincorporación de personas vetadas. Pero, al respecto, Bezos preguntó: “¿El Gobierno chino acaba de ganar un poco de influencia sobre la plaza pública?”, luego de que difundiera que China era el segundo mercado de Tesla, desde 2021.
Antes de estas expresiones, el propio Musk tuiteó apenas concretó la compra: “espero que incluso mis peores críticos sigan en Twitter, porque eso es lo que significa la libertad de expresión”.
Millonaria pérdida
Pero no solo hubo críticas detrás de la compra. La revolución financiera derivó en la millonaria pérdida de Tesla Inc., por unos U$S 126.000 millones en capitalización de mercado, ya que sus papeles se desplomaron más del 12,1% en la bolsa de Nueva York. Esto ocurrió después del anuncio de la compra de Twitter por U$S 44.000 millones por el temor de los inversores de que Musk se desprenda de su participación accionaria en Tesla para poder reunir el monto final de la compra.
La capitalización de mercado del fabricante de vehículos eléctricos lleva perdido desde el 4 de abril casi U$S 250.000 millones, cuando Musk reveló que aumentó su participación en Twitter, ya que las acciones perdieron aproximadamente un 23%.
El valor en dólares de la participación del 17% de Musk en Tesla se redujo en aproximadamente U$S 42.000 millones, casi el doble de la parte de capital que prometió en la transacción por Twitter.
La acción de la compañía especializada en la fabricación de autos eléctricos específicamente cayó 12,1% en las cotizaciones de ayer en Nueva York. Esta caída significa la pérdida de unos U$S 126.000 millones en su valor de mercado, el equivalente casi tres veces de lo que pagó Musk por Twitter, cuyas acciones también cayeron 3,9%.