Pekín, la capital de China, registró un súbito aumento de casos positivo de COVID-19 en los últimos días. El Gobierno ya anunció que está dispuesto a tomar medidas drásticas para proteger a la comunidad y evitar repetir la situación de Shanghái, que está confinada.
Hasta ahora, Pekín consiguió evitar grandes brotes de coronavirus pero sus autoridades temen que la situación se descontrole, como sucede en Shanghái, la ciudad más grande y el centro económico de China. Las transmisiones comunitarias comenzaron hace aproximadamente una semana en la capital, según ha indicado la subdirectora del Centro para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC) de Pekín, Pang Xinghuo. En total, desde el 22 de abril se han detectado 41 casos sintomáticos, de los cuales aproximadamente una cuarta parte son mayores de 60 años. De estos, la mitad no estaban vacunados.
También se indicó que la aparición súbita de múltiples casos en un plazo de tiempo tan corto apunta que el virus se está propagando de manera rápida y silenciosa, lo que complica las tareas de prevención y control, detalla El País.
El lunes pasado, Pekín comenzó a realizar pruebas a los residentes de su distrito más poblado, Chaoyang. Al final del día, aunque solo se había publicado una fracción de los resultados, la ciudad decidió realizar pruebas en otros 10 distritos y una zona de desarrollo económico para el sábado.
"Para frenar de manera resuelta el riesgo de propagación de la epidemia y mantener efectivamente la salud de los ciudadanos, se decidió ampliar aún más el alcance de la detección regional sobre la base de las pruebas realizadas en el distrito de Chaoyang", dijo un portavoz del Gobierno municipal de Pekín el lunes por la noche. Se realizarán tres rondas de pruebas PCR de martes a sábado en los distritos de Dongcheng, Xicheng, Haidian, Fengtai, Shijingshan, Fangshan, Tongzhou, Shunyi, Changping, Daxing, así como en el Área de Desarrollo Económico y Tecnológico de Pekín.