Por Daniel Salvador
26 Abril 2022
REUNIÓN PRESENCIAL. La UIT había pedido la audiencia, donde no se abordó el tema de la renta inesperada.
Después de casi una semana en EEUU regresó el ministro de Economía Martín Guzmán. En Washington revisó con las autoridades del FMI el cumplimiento de las pautas del acuerdo con el organismo, que en dos semanas más volverá para puntear los números de la evolución de la economía nacional. De manera oficial, será esta la primera revisión trimestral de metas de la refinanciación acordada y que cobró vigencia a fines de marzo.
El informe de esa misión del Fondo será relevante, ya que revisará el resultado fiscal, el de acumulación de reservas y de emisión monetaria. Y si las metas encuadran dentro de lo pautado, el organismo le daría así el derecho al Gobierno argentino a contar con un nuevo desembolso superior a los U$S 4.100 millones, para afrontar los pagos de vencimientos de deuda.
En tanto, desde ayer se activó la cargada agenda de la cartera económica. En lo inmediato, el Poder Ejecutivo tiene como prioridad tres frentes domésticos que neutralizar. En orden, figuran la inflación y las tarifas, sin perder de vista el proyecto del nuevo impuesto “a las ganancias extras”, denominada renta inesperada.
“No se habló de la renta inesperada”, señaló Daniel Funes de Rioja, titular de la UIA, al término de la reunión que los industriales mantuvieron con el presidente, Alberto Fernández, y los ministros Juan Manzur, Matías Kulfas, Gustavo Beliz y Cecilia Todesca. El titular de la entidad evitó opinar sobre la iniciativa oficial al decir que “en el vacío, sin el proyecto, no vamos a opinar”.
Aclaró que la postura de los industriales es terminante: “no estamos a favor de nuevos impuestos”. Y reiteró que “no hemos entrando en el análisis de un proyecto que no conocemos”.
Y, como la UIA venía reclamando en los últimos tiempos en forma mediática por “los 164 impuestos que se cobra en el país” (luego aclarada por el CEPA que son menos de 70), ante el Presidente insistieron por lo que ocurre “en materia fiscal”, en lo referido a la acumulación de impuestos nacionales y provinciales y tasas municipales que tienen una gravitación muy fuerte sobre determinadas actividades. “No queremos economía en negro sino economía en blanco”, aseveró Funes de Rioja.
El “Libro Blanco”
En la oportunidad, la UIA acercó al Presidente su propuesta contenida en el “Libro Blanco”, que contiene las propuestas de ese sector para el desarrollo sostenido de la industria argentina Esta iniciativa será presentada mañana al titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.
Esa propuesta plantea entre sus principales objetivos, crear 268.000 puestos de trabajo; que las exportaciones industriales aumenten unos U$S 14.200 millones para retornar al máximo per Cápita (U$S 950); también crear 7.400 empresas exportadoras para alcanzar el máximo de 3,7 empresas por cada 10.000 habitantes, y brindar sostenibilidad a un proceso de crecimiento en materia de sector externo.
Desde la UIA proponen al Gobierno nacional retomar la baja progresiva de la alícuota del Impuesto sobre Ingreso Bruto y en 2022 exceptuar a la industria, según el Consenso Fiscal original, pero el nuevo texto establece de manera permanente una alícuota máxima de 1,5% para este sector.
Agregan que, “momentáneamente”, se debería establecer un compromiso de no incrementar alícuotas. y unificar regímenes de recaudación o, al menos, dotarlos de mejores prácticas, para que respeten su esencia.
También proponen “volver a asumir el compromiso del consenso fiscal original de monitorear las tasas municipales para asegurar que guarden relación el costo con la prestación de servicio, así como que no excedan las potestades municipales”.
Si bien hay resistencia de parte de los sectores exportadores a la renta inesperada, y hasta formó parte de los reclamos para justificar el “tractorazo” del sábado pasado, lo cierto es que no se conocen aún los términos, las condiciones y los alcances del gravamen al nuevo gravamen.
Lo que sí se sabe hasta el momento es que este impuesto “a la ganancia extra” por la guerra entre Rusia y Ucrania, apunta a las empresas que tuvieron ganancias netas superiores a los $ 1.000 millones en el año, según explicó el ministro Guzmán.
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