“Todavía no me cae la ficha. Sigo shockeado y sin poder creer lo que ha pasado. Esto es una desgracia por culpa de este hijo de puta asesino, porque no tengo otra forma de llamarlo (al aprehendido). Venía ‘machado’ y drogado”, expresó claramente conmocionado aún por el tema Raúl Flores, el vigía que habría presenciado el momento en que la camioneta de Armando Zarlenga arrollaba a sus compañeros, que iban en una moto. Por la colisión fallecieron Maximiliano Saldaño (25) y Joaquín Frank (22).
Flores, que viajaba en otra moto describió: “yo alcancé a doblar en pasaje República y sentí entonces un reventón muy fuerte. Observé que habían colisionado contra mis compañeros que estaban de espalda. Era impresionante la velocidad del vehículo”.
“Cuando me di vuelta, vi a uno de mis compañeros arriba del capot y al otro arrastrado por la camioneta y la moto. Aparentemente el vehículo le pasó por encima porque terminó abajo de una de las ruedas traseras”, dijo en entrevista con LG Play.