La estructura del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales, al descubierto
El ministro fiscal Edmundo Jiménez valoró los resultados que les dio la inversión realizada en equipamiento para el ECIF. Estos son algunos de los equipos que fueron clave para esclarecer algunos de los casos más polémicos en la provincia
1- Secuenciador de ADN
El as de espadas: Pericias genéticas
Se trata de la pericia más esclarecedora que puede existir para determinar si un sospechoso estuvo involucrado o no en algún hecho. Todo comienza con una muestra genética, hallada en la escena del hecho a investigar. Esos restos biológicos se cotejan -dependiendo el caso- con los de una víctima o un sospechoso para determinar si hay coincidencia. El secuenciador de ADN (foto) compara las partículas y plasma el resultado para la elaboración de informe de perfil genético. Estos estudios son grabados y transmitidos en vivo para que las partes (en otra sala) puedan ver en un televisor que las tareas se realizan con transparencia. “¿Cómo discutís una pericia genética?”, es una frase que se repite en muchos juicios y que refiere a la contundencia de este estudio. El ministro Edmundo Jiménez destacó como ejemplos la importancia que tuvo este estudio para esclarecer el caso del crimen de Ana Dominé y también en el del femicidio de la pequeña A.R. En el primer caso, analizando un guante encontrado en la escena del crimen, se encontró ADN de uno de los acusados: Cristian “Pety” Godoy, quien luego fue condenado junto a otros 5 cómplices por haber asaltado y asesinado a la comerciante. En el segundo caso, se determinó por los restos biológicos encontrados en la autopsia que José Antonio Guaymás había abusado de la menor A.R antes del crimen. Pero existen muchos otros casos, aún en trámite, donde el peso de esta pericia puede ser determinante, como en el caso del homicidio del padre Oscar Juárez, donde, según la investigación, al acusado Jorge Leonardo Herrera se le habrían encontrado restos de sangre de la víctima en algunas prendas de ropa.
2- Microscopio de barrido
Un análisis de imágenes en máxima definición
“Es el más moderno que hay para estas pericias”, aseguró el ministro. El microscopio de barrido electrónico brinda imágenes en alta resolución sobre las superficies y las muestras. Utiliza un sistema de electrones para lograr una mejor definición de imagen que con la luz común. En ese sentido, esa capacidad lo convierte en un gran detector de restos de disparos.
En nuestra provincia, este fue un instrumento determinante para comprobar que los disparos que mataron al odontólogo Oscar Marcial se realizaron a corta distancia y dentro del auto de la víctima. Por este caso está imputado y detenido el policía Mariano Vizcarra. “Esto le sirve de prueba al fiscal para sostener la acusación contra el imputado”, señaló Jiménez.
La prueba del microscopio además fue relevante para casos de homicidio culposo (accidentes de tránsito) en los que los autores se negaban a ser los responsables del hecho. Según el titular de la cartera, el artefacto encontró partículas invisibles al ojo humano que eran compatibles en cascos y en chasis. “Hablamos de casos que podrían haber quedado impunes si no contábamos con esta tecnología”, consideró.
3- Sala de autopsia
Se renovó máquinas que estaban obsoletas
Todos los cuerpos que llegan a la morgue primero pasan por una radiografía para determinar lesiones mayores. Luego pasan a una sala contigua donde se los somete a diferentes estudios. “Si hablamos de anatomopatología, con las herramientas que hoy contamos se desmintió a 11 testigos que afirmaban que una víctima había recibido un disparo de frente. Esto fue un caso de los Toro. Con la pericia se determinó que en realidad el disparo había sido hecho a la espalda de la víctima y que el proyectil tuvo salida por el frente. Esto se logró viendo los restos de pólvora que iban quedando a lo largo de la herida, y que estaban mucho más presentes en la zona donde ingresó el tiro”, ejemplificó Edmundo Jiménez.
Todo el procedimiento de la autopsia se filma. “Recuerdo que cuando llegamos no funcionaba la máquina de rayos X, que además era de una tecnología ya obsoleta para la época. Hoy eso se renovó, al igual que muchos equipos, y de hecho hoy el médico puede ir viendo en pantalla todo el estudio de rayos sin necesidad de estar cortando su trabajo para ver la imagen en otro sector”, precisó. En ese sentido, Jiménez reconoció que en otra época los cuerpos eran enviados a otras provincias, como Chaco o Buenos Aires, para la realización de autopsias. “Todo eso se fue saneando”, añadió.
Además explicó que se hace una base de datos nacional que cuenta con los datos de ADN, rostros, el iris de las personas sospechosas para determinar si no estuvieron involucrados en otros hechos.
4- Sala de rayos
Luz ultravioleta e infrarroja
La sala de rayos está equipada con luces ultravioletas, con infrarrojas y otras que sirven para determinar distintas cuestiones. En el caso de la ultravioleta reacciona ante restos biológicos que pudieran haber sido lavados o removidos de una superficie (sangre, semen, etcétera). Se las utiliza en conjunto con reactivos dependiendo de qué se busque. Además de estar presentes en el laboratorio de la morgue, los peritos también cuentan con equipos de este tipo que llevan a las escenas de crímenes, donde además se usa la pericia de luminol.
Las infrarrojas se utilizan para otro tipo de pericias.
La pericia de luz ultravioleta fue clave en la investigación del caso (aún en proceso) del femicidio de la niña Rocío. Los autores desmembraron el cuerpo, lo incineraron y esparcieron por distintos sectores de Lules y La Reducción. Con la ayuda de esa luz se pudo ir constatando que los restos pertenecían a la víctima.
Otro artefacto con el que se cuenta es el espectrofotómetro, que entre otras cosas sirve para determinar la data de muerte de un occiso.
5- Recuperador balístico
Análisis de proyectiles y de las armas
Haciendo una prueba balística se determina a que arma pertenece determinado proyectil. Para ello, en la morgue judicial hay una sala con paredes acústicas, similar a las que se utilizan en un estudio de radio, donde un perito realiza un disparo con el arma incautada hacia un recuperador balístico. El proyectil va atravesando diferentes superficies y en simultáneo, en una sala contigua, con un comparador balístico se determina la capacidad de daño del proyectil y el sonido que causa al atravesar cada superficie. Luego el proceso se repite con otra arma para determinar a cuál correspondería el proyectil que se halló en la escena de un hecho.
Esta pericia fue muy importante para la investigación del crimen de Luis Espinoza. “Fue un caso muy complejo que se cometió luego de una carrera cuadrera. El cuerpo fue encontrado días después en Catamarca y luego se imputó a varios policías por el hechos. No todos usaban las mismas pistolas (en ese momento, la fuerza había empezado a incorporar las Jericho y todavía eran pocos los efectivos que las tenían; otros usaban las reglamentarias anteriores) y había que determinar de qué arma había salido el disparo mortal”, destacó el ministro.
6- Los hackers
Análisis de celulares y computadoras
“Las pericias contables son algo que nos están pidiendo mucho. Los análisis de teléfonos y computadoras también. Antes no teníamos ninguna posibilidad de analizar esto y así es como ahora se descubren bandas que trabajaban asociadas”, explicó Jiménez. No es novedosa la frase de un conocido investigador que sintetizó: “los celulares hablan”. Los usuarios comparten mucha de su información en sus dispositivos y, a través de los chats y llamadas, se puede ir encontrando nexos entre los sospechosos.
El coordinador del ECIF, Luis Germain, valoró: “estos peritajes mejoraron mucho en los últimos años porque se adquirieron softwares avanzados, se capacitó a los técnicos e ingenieros informáticos porque hay tecnologías de alta complejidad en determinadas computadoras. Hoy se utilizan copiadores y extractores de datos. También hay programas para el desbloqueo de patrones. Así quedan evidenciadas las bandas organizadas y cómo se articulan”
El caso con el que ejemplificó el ministro Jiménez fue el de la banda de cordobeses que habría liderado Miguel Antonio “La Gata” Lizárraga y que se habría dedicado a cometer escruches en esta y en otras provincias.