El día que Patricio Rey dejó de ser redondo

El día que Patricio Rey dejó de ser redondo

Reconstrucción de la noche en que la banda comenzó a disolverse.

24 Abril 2022

CRONICA

LA ÚLTIMA NOCHE DE PATRICIO REY

HUMPHREY INZILLO, MARTIN CORREA Y PABLO MARCHETTI

(Gourmet Musical – Buenos Aires)

La noche del 30 de octubre de 2001, Skay (Eduardo Beillinson), Poli (Carmen Castro) e Indio (Carlos Solari) dieron una entrevista a tres periodistas de revista La García en un bar de Palermo. La banda venía de tocar en Montevideo y en el Chateau Carreras de Córdoba, y preparaba el próximo recital en el estadio del club Unión de Santa Fe. A su alrededor, la realidad socioeconómica del país se desmoronaba lentamente, poco menos de dos meses antes de estallar por los aires como respuesta a las políticas neoliberales de los 90 y el ajuste del delarruismo.

Luego de una charla de más de tres horas, Indio, Skay y Poli, la cabeza tripartita de Los Redondos, cruzaron la calle y se alejaron. Qué sucedió aquella madrugada en casa de Skay y Poli, minutos después, cuál fue “la bomba que explotó esa noche”, nadie lo sabe, aunque bien puede intuirse. Pero sí queda claro que ese fue el final. El “esto es to-to-do amigos”.

Los periodistas-testigo de ese momento concluyente fueron Humphrey Inzillo, Martín Correa y Pablo Marchetti. Veinte años después, lo reeditaron en forma de libro a través de Gourmet Musical bajo el título La última noche de Patricio Rey.

El volumen lleva una estructura temporal: cada uno de los autores arranca con un prólogo autorreferencial, en el que representa su propia experiencia ligada a la cultura rock como forma de la identidad y, sobre todo, a su ligazón con la banda. Le sigue una descripción detallada de la historia de la revista, el detrás de escena de la entrevista vertebral y un repaso por las dos anteriores (la primera, antes de aquellos históricos recitales en River; la segunda, de cara a la salida de Momo sampler); luego, sí, la última charla, de unas 55 páginas, que se publicara en La García en dos entregas bajo el título “Del universo al bife”.

Es Indio –su verborragia– quien toma la posta, y en sus palabras, y en la de Skay y Poli, se advierten ya las enormes, profundas diferencias estéticas que los separaban: la forma de trabajo, el “control de otro tipo de formatos y poéticas”, los gustos musicales, la “actitud ante la vida”. Pero también se pasean por ahí otros tópicos como la geopolítica (la caída de las Torres Gemelas, la invasión norteamericana a Medio Oriente, Cuba, Nueva York), la crisis de 2001, la transculturización, las nuevas tecnologías, las diferentes formas de composición y edición, el poder que otorga un escenario, el disco que no fue, los conceptos de ambición y figura pública, músicos y escritores varios.

El libro cierra con un capitulo que repasa lo que devino tras de la separación: las carreras de ambos como solistas, los enfrentamientos públicos por las filmaciones de los recitales a través de los medios de comunicación, sus derroteros personales. Pero para entonces ya habrá pasado lo mejor, ya se habrá dado la última noche de Patricio Rey. Aquel momento en que el grupo abandonó su condición de mito viviente y se convirtió, definitivamente, en leyenda.

© LA GACETA

Hernán Carbonel

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