El título más extraño que ganó Messi

El título más extraño que ganó Messi

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Campeón ayer por primera vez con PSG, y por 39ª vez, “Leo” Messi ganó sin embargo el título más extraño en lo que va de su carrera. Primero porque, si bien llegó como una estrella, distó de ser el jugador más decisivo del equipo. Su golazo de ayer definió el título. Pero “Leo” anotó apenas cuatro goles y 13 asistencias en todo el campeonato (muy lejos de cualquiera de sus marcas en Barcelona). Y segundo porque fue un título sin fiesta. Peor aún, el equipo salía ya campeón tras el primer tiempo de ayer contra Lens, que terminó sin goles. Y, pese a que no jugó mal (Kylian Mbappé falló claras situaciones de gol) se fue silbado al vestuario. El duelo terminó 1-1 porque el combativo Lens igualó sobre el final, con un jugador menos. Ese gol inesperado no impidió el título, pero sí atenuó aun más la celebración. Fue el octavo título de Liga en diez años, ganado con cuatro fechas de anticipación, y el 28º desde que en 2011 la monarquía qatarí compró a un club que estaba en crisis absoluta, deportiva y económica. Un club al que Messi llegó como supuesta frutilla del postre.

Ayer, los mismos ultras que silbaron al término del primer tiempo, siguieron haciéndolo cada vez que Lens equilibraba el duelo en el segundo. Tal fue el enojo que hinchas de PSG vendieron ochenta boletos a los de Lens (que tenían asistencia prohibida al Parque de los Príncipes) con la condición de que se sumaran a los silbidos. A los 67’, cuando ya Lens tenía uno menos por la expulsión de Kevin Danso, Messi marcó su golazo desde afuera del área. Los “ultras” buscaron tapar con silbidos las loas al argentino, objetivo de ataque junto con el brasileño Neymar, acusados poco menos de “mercenarios” . La barra disidente eran algo así como trescientos hinchas. Pero ruidosos. A los 75’, como habían anunciado, dejaron el estadio en silencio. No les importó el título. Lo celebraron a su modo y afuera del estadio porque sólo ellos (dijeron ellos mismos en un comunicado), estuvieron “a la altura” de las circunstancias en esta temporada.

¿Seguirá Messi en PSG? Tiene contrato por otra temporada y PSG es uno de los pocos clubes del mundo que puede afrontar su salario. ¿Pero le gustará seguir en medio de un clima tan hostil, con ultras que silban hasta cuando se gana la Liga local? Claro, la liga local es un título previsible para un equipo cuyo presupuesto golea al de todos los rivales. Ya no tiene gracia ganar en Francia. Por eso los silbidos de los ultras crecieron tras la eliminación en la Champions, en octavos de final contra Real Madrid. La Champions, se sabe, es el objetivo central desde que Qatar compró a PSG. Reinar en Europa. PSG venía de perder la final de 2021 contra Bayern Munich y echó a Thomas Tuchel, el DT alemán que a la temporada siguiente sí conquistó la Champions con el inglés Chelsea, su nuevo club. Para reemplazarlo llegó Mauricio Pochettino, el argentino que, según parece, se unirá a la lista de técnicos despedidos cuando finalice la temporada. Sin Champions no hay paraíso.

Algo así le pasó también ayer a Bayern Munich. Conquistó la Bundesliga por décimo año seguido. Como PSG, Bayern Munich tiene mucho más dinero que el resto de los clubes alemanes. Salir campeón local es casi una obligación (es cierto que no basta tener dinero. Allí, sino, está el caso de Manchester United. Ni Cristiano Ronaldo pudo apagar el incendio). Y Bayern Munich también ambicionaba Europa, donde cayó en cuartos, inesperadamente, contra el sorprendente Villarreal, que tiene mucho menos dinero y está séptimo en la Liga de España. Julian Nagelsmann, su joven DT, reveló que recibió cientos de amenazas de muerte tras la caída. Lunáticos y ultras hay en todos lados. Bayern Munich no es sólo dinero. Es un trabajo de años, que mira con más perspectiva, y liderado por varios ex jugadores del club. Un modelo que bien podría estudiar por ejemplo Boca Juniors y su Consejo de Fútbol que comanda Juan Román Riquelme.

A diferencia de Bayern Munich, PSG es un nuevo rico en la escena del fútbol mundial. Tiene otras prisas. Por eso, además de Pochettino se irían también, entre otros, los argentinos Ángel Di María (ayer jugó sólo los minutos finales), Leandro Paredes (está lesionado) y Mauro Icardi (también lesionado, pero en un año frustrante, dominado por su publicitada historia sentimental con Wanda Nara, justamente su representante). Los últimos informes indican que, pese a los rumores de Real Madrid, sí podría seguir en cambio Mbappé, estrella máxima, y cuya familia viajó estos días a Doha supuestamente para renegociar su contrato.

¿Mantendrá Qatar su dinero en PSG si Mbappé se va, los ultras silban y Europa sigue lejos? PSG fue una vidriera magnífica para lograr el Mundial. La Copa de la FIFA se jugará a fin de año. ¿Qué hará Messi? ¿Y qué harán los qataríes con PSG?

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