Por Roberto Delgado y Guillermo Monti
La institucionalidad de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) padeció un cimbronazo que pone en evidencia hasta qué punto la campaña con miras a las elecciones del mes próximo ha generado una profunda división. La sesión del Consejo Superior se cayó por falta de quórum cuando los adherentes a la fórmula opositora José Luis “Pío” Jiménez-Hugo Fernández abandonaron la sala “Juan B. Terán” del Rectorado. Ni siquiera se llegó a tratar la integración de la Junta Electoral, motivo para el que había sido convocada la reunión extraordinaria.
Fueron casi dos horas de discusión a puertas cerradas, en las que no se llegó a ningún acuerdo y -lo que es más grave- quedaron seriamente amenazados los canales de diálogo. ¿Qué puede suceder ahora? Se abre un compás de espera hasta el martes, cuando el Consejo Superior volverá a sesionar.
En esa reunión podría empezar a destrabarse el primer conflicto, ya que en el orden del día figura la reincorporación de los consejeros Leandro Schrotlin y Matías Naufe al cuerpo.
Justamente, la participación de ellos en el encuentro de ayer fue la chispa que inició el incendio. El oficialismo, abroquelado tras la fórmula Sergio Pagani-Mercedes Leal, rechazó la presencia de Schrotlin y de Naufe, alegando que les correspondía sesionar a los suplentes que habían asumido en su reemplazo; los opositores sostenían lo contrario y para cerciorarse de que así fuera asistieron acompañados por una escribana. Adela Seguí, decana de Derecho y apoderada de la fórmula opositora, fue la primera en hacer uso de la palabra y advirtió que los consejeros habían sido elegidos en un colegio electoral y que sus licencias concluían en el momento en que se presentaban a reasumir sus funciones. Agregó que el Consejo Superior no tiene atribución para impedirlo. Solicitó que se los incorpore, “antes que tengamos que ir a la Justicia por estas cuestiones administrativas menores”.
El carácter público del debate, iniciado a las 12, se evaporó en pocos minutos. La sala estaba atestada y se hacía imposible deliberar. Los consejeros votaron entonces por pasar a una sesión secreta, pero el hecho de haber quedado solos en torno a la mesa no cambió las cosas. La virulencia de lo sucedido puertas adentro quedó evidenciado en las declaraciones de oficialistas y opositores; en ambos lados afirmaron haberse sentido agredidos y violentados.
La cuestión de fondo es el conteo de los votos en el Superior, porque es imperativa la elección de un nuevo presidente de la Junta Electoral tras la renuncia del decano de Educación Física, Rubén Taboada. Le toca asumir al suplente, Roberto Corbella, que es decano de Agronomía, cercano al espacio de “Pío” Jiménez, y va por la reelección en su Facultad. Eso lo convertiría en juez y parte de la elección, dilema ético que lo coloca en un lugar complejo. De renunciar Corbella el Consejo Superior debe elegir, entre sus miembros, a un nuevo titular de la Junta, justo cuando están pendientes de resolución dos impugnaciones claves. Se trata de las candidaturas al Decanato, en Artes y en Agronomía, de las listas cercanas a Pagani-Leal. Tal como están planteadas hoy las cosas entre los vocales de la Junta, será el voto del futuro presidente el que decidirá esta cuestión.
Ofuscados, los miembros del grupo opositor se retiraron poco antes de las 14. “Los consejeros presentaron un amparo preventivo porque teníamos indicios de que no iban a respetar sus derechos, impidiendo su asunción -informó el espacio Reencuentro Universitario, que postula a Jiménez-Fernández-. El oficialismo permanentemente trabó la sesión. Fue evidente que no tenían voluntad de tratar los temas para los que fue convocado el Consejo Superior porque no contaban con la mayoría. Si no impiden que los consejeros titulares ocupen sus lugares, como les corresponde, no habrá otras presentaciones judiciales”.
Aún a puertas cerradas, el resto de los miembros del Superior permaneció en la sala hasta cerca de las 15.45. Trascendió que aguardaban la incorporación de una consejera, lo que -afirmaban- le hubiera devuelto el quórum al cuerpo. Nada de eso sucedió.
El rector José García se retiró sin hacer declaraciones hacia la zona de los despachos, donde se encontraban reunidos los miembros de su gabinete. En los pasillos, temprano densamente poblados, sólo quedaba el personal del Rectorado. En la sala, junto a Leal, permanecieron algunos consejeros, quienes expresaron su inquietud de que se vayan a ver afectados los comicios en la Universidad. “Entendemos esto como una postura muy antidemocrática”, dijo Natalia Ferraro. “Necesitamos hacer un gesto de democracia universitaria para toda la comunicad. Esperamos un gesto de compromiso por parte del otro sector”, agregó Leal.
Oficialismo: crítica al intento de judicializar
“Uno de ellos hace poco renunció porque asumió con un cargo en otra Facultad. Renuncia a ese cargo para pedir la incorporación, pero en Administración nos dicen que la nota del pedido de ellos llegó con posterioridad a la publicación del orden del día que teníamos que tratar hoy. Lo que se discutió acá es cuándo ellos presentaron la nota y cómo fue tratada acá a nivel de la Administración”, dijo la Decana de Filosofía y Letras y candidata a Vicerrectora, Mercedes Leal, quien lamentó que los hayan dejado sin quórum. “Lo lamentable es que no pudimos conformar la Junta electoral. Creemos que la estrategia de judicializar todo es la menos democrática que existe porque la atribución y la potestad de ganar o perder la dan quienes votan”.
Oposición: “una lamentable campaña sucia”
“Están plagando todo este proceso de irregularidades”, sostuvo José Luis Jiménez, candidato a Rector y Decano de Ciencias Económicas. “Nos encontramos con que el Rector no quería permitir que reasumieran su lugar los consejeros que estaban de licencia y que comunicaron formalmente que iban a reintegrarse. Son los consejeros titulares a quienes no se les quiere permitir que retomen su lugar”.
“Es lamentable la campaña sucia que está desplegando el oficialismo por el temor de la inminente derrota -agregó-. Son sistemáticas las maniobras tramposas que día a día ensucian a toda la UNT.
La mayoría de los consejeros ha demostrado que el cambio en la Universidad ya llegó, y que se van a terminar todas las irregularidades”.