Peteco Carabajal: cómo encender un fueguito de libertad con el público

Peteco Carabajal: cómo encender un fueguito de libertad con el público

A principios de año Peteco Carabajal y su trío Riendas Libres tocaron en el interior de la provincia, como parte de la Gira de los 100 Pueblos. “Ante poco público, como permitían los protocolos en aquel momento. Pero ahora nos sumamos a una peña grande, en el Club Floresta (avenida Colón 471)”, dice entusiasmado el referente del folclore. Los socios del Club LA GACETA tienen beneficios.

- ¿Cómo estás viviendo la vuelta al encuentro cara a cara con el público masivo, como en el último Cosquín, y a las nuevas creaciones?

- Con mucha emoción porque nosotros hemos aguantado con tristeza el no poder trabajar. Ha sido muy duro y ahora, en este reencuentro que se produce, es todo satisfacción, todo alegría. Para nosotros es andar nuevamente en los caminos y poder hacer lo que es nuestro trabajo, nuestra vida. Y de pronto, dentro de un rato me voy a un estudio de grabación para terminar el material nuevo del grupo. El anterior fue “El amor como bandera”, y ahora estamos terminando el disco nuevo, que se va a llamar “Un viaje”. Estamos muy entusiasmados con todo lo nuevo, con proyectos, con las ganas de seguir cantando siempre.

- ¿Qué rumbo toma este nuevo “viaje”?

- Creo que en definitiva uno no hace tantas cosas distintas. Bien podría llamarse este disco “El amor como bandera” también, porque es muy difícil encontrar desde un grupo o desde un formato artístico muchas cosas: de un disco a otro no cambia tanto la vida de alguien. El repertorio se va modificando, pero el mensaje que nosotros tratamos de dar está latente todavía, y lo vamos largando en distintos envoltorios, que sería cada canción.

A las 21.30, Club Floresta abre la Peña Fest, con Peteco Carabajal con Riendas Libres,Taa Huayras, La Zapada, Gabriela Galván, Luneros, Romina Méndez y Raíces Tucumanas, más la Orquesta Plazoleta All Stars y Dj hasta la madrugada. Los socios de Club LA GACETA tienen promoción 2 x 1 en entradas a la Peña Fest

- ¿Qué encierra una canción?

- Una canción tiene la posibilidad de decir lo que ya se viene diciendo desde hace mucho tiempo, y que vienen diciendo muchos a través de libros, películas, canciones, conversaciones... El ser humano busca entender, interpretar, ayudar a comprender, y eso nosotros lo hacemos a través de la música, la poesía y el canto. Este disco tiene el mensaje renovado, y si tratamos de poner algo nuevo en la música, es sobre todo en el sonido y en la interpretación.

- Qué necesario es el mensaje genuino del amor en el contexto actual, mundial y nacional. ¿Cómo se hace para transmitirlo? ¿Vamos a recuperar los espacios de encuentro?

- Es necesario que el mensaje sea cada vez se más claro y más limpio. Nuestra forma de estar seguros de que el mensaje va a estar limpio es: primero, le sacamos toda expectativa de triunfo, todo lo que tenga que ver con lo que marca la industria, con el hecho de vender, de alcanzar el éxito. Es ir directamente a un mensaje que hoy en día interese a muchos seres humanos, y que ponga una pequeña luz sobre las cosas en estos momentos en que el individualismo, la confusión y la velocidad a la que están ocurriendo los hechos en el mundo no nos dan tiempo a acordarnos de lo esencial. Y estamos perdiendo muchísimas cosas que eran comunes incluso antes de la pandemia y que hoy en día están como olvidadas, como la posibilidad del encuentro; nos está costando volver a encontrarnos. Hoy en día ya no hay bares que uno pueda decir: “este es mi bar, donde sé que vengo y encuentro a mis amigos”. Nos hemos ido encerrando, primero por cuidados en la pandemia, y ahora nos está costando volver a establecer los lazos previos. No sé si los vamos a recuperar.

- ¿Cómo funcionan las Riendas Libres a nivel de trabajo familiar? ¿Cómo se proyectan en el futuro?

- A este trabajo yo lo he llevado personalmente por el lado del amor, siempre. Con Homero tenemos una relación bien de padre-hijo, con el crecimiento, la profundidad, la amistad, el compromiso, todo eso lo vivimos sin ninguna vergüenza, sin imposiciones y con total naturalidad. Hablamos constantemente de cómo vamos a hacer en algún momento para que el grupo se abra a otro estadio. Ellos saben bien que a mi edad no tengo la expectativa de andar 20 años más sobre el escenario. Muchas veces siento que quiero descansar un poquito ya de los viajes, y poder crear sin esa presión que tenían los conjuntos antes: uno era tonto porque no sabía decir la verdad con un compañero, o con un amor, por ejemplo. En cambio yo, por lo menos, ya he pasado por tantas experiencias de grupo que les puedo contar a mis hijos mis vivencias, y decirles que no repitamos las malas. Y si tenemos que abrirnos, que sea con felicidad y amándonos, no porque nos hayamos peleado por desentendimientos. Todo lo que no se entienda se tiene que hablar con amor. Tengo con mis hijos un trato muy especial que vivo con alegría. Ya he perdido ese miedo de antes sobre qué pasaría si se terminara el grupo. Antes estaba la idea de que un grupo tenía que durar para siempre, como Los Chalchaleros, y hoy en día ya no. Hoy pensamos que uno tiene que ser feliz y hacer cosas importantes en lo artístico. Y Riendas Libres cumple esas premisas.

- ¿Qué van a ofrecer en la Peña Fest y cómo se integra el grupo?

- En el escenario vamos equilibrando el repertorio de la presentación entre lo nuevo y los clásicos que siempre están -”Las manos de mi madre”, “Perfume de carnaval”, “Puente carretero”, “Entre a mi pago sin golpear”, “La mazamorra”, “La estrella azul”, entre otras-. Nos interesa mucho dar a conocer las canciones nuevas también y equilibrarlo para que sea ameno y compartido. El grupo es un trío de cuatro: Martina en percusión, Homero en voz y guitarras; Ricky, mi sobrino, en bajo y yo en voz, guitarra y violín.

Peteco, como lo llaman familiarmente sus fans, está en su salsa, y declara: “la libertad, en el canto y en el escenario, es muy gratificante. Poder compartirla, poder encender ese fueguito con el público, es hermoso”.

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