No alcanza con merecer. Atlético Tucumán debió haber ganado. Incluso estuvo cerca: cuando consiguió empatar 2 a 2, todo hacía pensar que el equipo local hasta podía ganarlo. Pero Argentinos metió el tercero y luego el cuarto y dejó en claro que lejos está el equipo tucumano de poder salir de esta mala racha.
Las ganas no alcanzaron. La falta de efectividad de la mitad de cancha para arriba; la fragilidad de la defensa se combinaron en este resultado final.
Antes del partido se había generado cierto entusiasmo. Se había creado esperanza: la llegada de Lucas Pusineri, como reemplazo del entrenador Juan Manuel Azconzábal, provocó un impulso anímico dentro del plantel, que el domingo cosechó un empate (que pudo haber sido victoria) ante Defensa y Justicia, en Florencio Varela.
El contexto también ilusionaba: las derrotas de Arsenal, Patronato y Platense, sumado al empate de Godoy Cruz, le habían hecho un guiño al "Decano". Una victoria podía significar cerrar una racha negativa y despegar de la tabla de los promedios.
Pero Argentinos sepultó esas esperanzas con dos goles tempraneros.
Faltando 10 para el final del primer tiempo, Atlético logró descontar ante Argentinos. Ahí empezó a inclinar la cancha.
El equipo tucumano tuvo contra las cuerdas a su rival, durante gran parte del segundo tiempo. A los 32, consiguió el empate.
Merecía más. Pero Argentinos se despertó y en menos de 10 minutos marcó dos goles más, que evidenciaron la fragilidad de la defensa tucumana.