Hace algunas semanas, más precisamente el 4 de abril, los títulos de Twitter se dispararon más de un 28% en un solo día luego de que se diera a conocer que Elon Musk se había convertido en el accionista mayoritario de la compañía.
Según quedó registrado en la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), el empresario había comprado 73.000.000 de acciones, lo que representa aproximadamente unos U$S 3.400 millones, es decir, un 9,2% de la participación en la firma.
Lo curioso de la noticia en su momento fue que, pocos días antes de hacerse pública, Musk había realizado algunas publicaciones en contra de la red social en cuestión. El reconocido empresario había sido crítico con la plataforma y sus políticas. De hecho, llegó a opinar que la empresa estaba socavando la democracia al no respetar los principios de la libertad de expresión.
De esta manera, fueron varios los analistas que se animaron a argumentar que el CEO de Tesla estaba planeando crear su propia red social. Es por esto que, cuando se conoció que había comprado acciones de Twitter, la noticia tomó por sorpresa a una gran cantidad de inversores.
Las idas y vueltas entre Musk y la gerencia de Twitter
Una vez consumada la compra de acciones, los ejecutivos de Twitter comunicaron que le ofrecieron a Musk un asiento en la junta directiva de la firma. No obstante, el CEO de Tesla optó por rechazar esta oferta e incluso ha continuado con sus críticas a la red social, amenazando hasta con despedir a los directivos a través de una publicación que hizo desde la misma plataforma.
Tras esas idas y vueltas entre Musk y los ejecutivos de Twitter, el viernes pasado, el empresario decidió redoblar la apuesta y realizó una controvertida oferta para comprar la red social, argumentando que la compañía tiene un potencial extraordinario y que él es la persona adecuada para desbloquearlo. Según se dio a conocer, el actual hombre más rico del mundo se dispuso a ofrecer hasta unos U$S 54,2 por cada acción, lo que valoraría a la compañía en unos U$S 43.000 millones.
Por su parte, Twitter anunció una medida con la que pretende retrasar o evitar la compra por parte del director general de Tesla. La maniobra, conocida como “píldora envenenada”, es básicamente un mecanismo de defensa, con la cual se busca proteger a la compañía contra una posible adquisición hostil.
Esta medida permite a los accionistas actuales otorgarle el derecho a comprar acciones adicionales con un descuento. La presente estrategia fue iniciada con el fin de evitar que exista un inversor que tenga más de un 15% de participación en la empresa, lo que termina diluyendo efectivamente la participación de la parte hostil.
Una oferta pública de adquisición se considera hostil cuando una firma intenta adquirir otra en contra de los deseos de la gerencia de esa empresa. Tal cual lo que ocurre en el caso de Twitter.
¿Qué podría aportar Elon a la red social?
Ahora bien, luego de analizar el contexto en el cual ocurrió toda esta disputa por la red social, debemos estudiar cuál es el impacto que puede llegar a tener la presencia y participación de Musk en esta compañía. Desde un punto de vista corporativo, debemos mencionar que Twitter se encuentra bajo cierta presión para acelerar la creación de nuevos productos.
Frente a un panorama donde uno de sus principales competidores, como lo es Facebook, ha anunciado en noviembre una reestructuración significativa de su compañía con el desarrollo del Metaverso, la red social del pajarito parecería correr por detrás.
Adicionalmente, vale la pena recordar que Twitter estableció metas ambiciosas en cuanto a ingresos y crecimiento de usuarios, justamente con el objetivo de convencer a los inversionistas de que estaba trabajando en la expansión del negocio.
Sin embargo, si bien fue creciendo durante los últimos años, las ganancias informadas durante los últimos trimestres fueron quedando rezagadas con respecto a los pares de la industria.
Es aquí donde la figura de Musk cobra vital importancia. No debemos olvidar que el excéntrico empresario ha logrado ubicar a Tesla como en la principal productora de autos eléctricos a nivel mundial, desarrollando al mismo tiempo tecnología de punta con el objetivo de que en un futuro, no muy lejano, sean finalmente posibles los autos totalmente autónomos.
Es lo realizado por Musk en sus otras compañías lo que tracciona de forma positiva en la acción de Twitter. Es decir, el potencial que puede llegar a tener la red social que cuenta con casi 400 millones de usuarios alrededor del mundo, en manos de una de las mentes más innovadoras en estos momentos.
¿Conviene invertir en este momento o esperar que se diluya el conflicto?
Para las personas interesadas en invertir en Twitter, es importante reiterar que, luego de que se hiciera pública la compra de Elon Musk del 9,2% de todas las acciones, la cotización de cada una registró una suba de aproximadamente 27%.
De esta manera, logró quebrar al alza la resistencia que se ubicaba en los U$S 45. Sin embargo, la principal pregunta reside en qué podemos esperar los próximos meses.
En el corto plazo, quizás lo más prudente sea esperar a que haya una definición sobre este tema, ya que las acciones han subido de forma considerable en relativamente poco tiempo y cualquier noticia negativa podría significar un duro golpe para un inversor, que entre desde los niveles actuales.
En el caso de que Musk logre efectivamente formar parte del board, o bien adquiera las acciones necesarias para ser considerado como dueño de la compañía, los títulos de Twitter podrían continuar con su tendencia alcista, para llegar a alcanzar en el largo plazo, un objetivo en torno a los U$S 77, su máximo histórico.
Sin embargo, en caso de que esto no suceda, la acción del pajarito podría retomar los valores previos a la compra realizada por el excéntrico dueño de Tesla, para así volver a los niveles cercanos a U$S 30, punto en el cual se comercializaban en marzo de este año. Por todo esto, debido al contexto, recomendamos permanecer fuera de la acción.