El Consejo de la Magistratura de la Nación está en el centro de la escena política Argentina. En el oficialismo y en la oposición no ceden ni un centímetro en la lucha por mantener mayor representación en la institución que tiene a su cargo la selección de magistrados y la administración del Poder Judicial. De un lado, el Frente de Todos (FdT), denuncian injerencia del Poder Judicial sobre el Poder Legislativo; del otro, Juntos por el Cambio (JxC), acusan que el oficialismo pretende eludir un fallo del máximo tribunal del país. Mientras, desde ambos de la grieta movieron sus fichas en un juego de ajedrez palaciego.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) dictó, a través de un fallo en diciembre pasado, que el Congreso tenía 120 días para presentar y votar un nuevo proyecto de ley del Consejo de la Magistratura, debido a que fue la ley anterior fue rechazada como inconstitucional por la misma Corte. El FdT presentó un proyecto para formar un Consejo de 17 miembros (cuatro más que el actual), se aprobó en el Senado, pero ni siquiera fue tratado en la Cámara de Diputados. Así, transcurrieron los días hasta que se acabó el plazo y, al no haber una nueva ley, se debía volver a la ley anterior (de 1997), según indicaba el fallo, en la que el CMN cuenta con 20 miembros.
El principal punto de conflicto que mantuvo a los dos principales partidos del país en una acalorada discusión se dio en la participación de la Corte dentro del CMN. Hasta hace una semana la CSJN no formaba parte del Consejo, pero a partir de la nueva disposición el presidente de la Corte preside también el Consejo de la Magistratura, algo a lo que el oficialismo se oponía. En este contexto asumió su rol dentro del CMN Horacio Rosatti..
El FdT se vio obligado a aceptar el fallo de la Corte y llegó el momento de que asuman los nuevos representantes dentro del cuerpo, además de Rosatti. Ellos fueron: Agustina Díaz Cordero, jueza civil de primera instancia; Jimena de la Torre y María Fernanda Vázquez, como representantes de los abogados; y Pamela Tolosa, académica.
Quedaban por definir, entonces, los representantes del Poder Legislativo, uno de la Cámara de Senadores y otro de la Cámara de Diputados; según la ley ambos deben pertenecer a la segunda minoría de cada cámara, por lo que los puestos serían cubiertos por JxC. Así se estaba por hacer hasta que intervino la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y pidió que el Frente de Todos se divida en la Cámara de Senadores, formando dos bloques. Esto les permitía que uno de los bloques (Unidad Ciudadana) pase a ser segunda minoría y desplace al PRO a la tercera minoría. Con esta maniobra el oficialismo se aseguró al nuevo representante del Senado dentro del Consejo de la Magistratura, Martín Doñate, mientras que dejó afuera a Luis Juez, quien ya se preparaba para asumir el cargo.
En tanto, en Diputados no hubo vueltas y Sergio Massa, como presidente de la Cámara, firmó la resolución en que se designó a la diputada radical Roxana Reyes en el CMN.
La estrategia política de la presidenta del Senado no cayó bien en las filas opositoras, quienes denunciaron que Cristina le hizo “trampa a la democracia”, tal como escribió el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en su cuenta de Twitter. Usuarios de la misma red social le recordaron a Rodríguez Larreta que en la legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), donde su partido cuenta con una amplia mayoría, JxC se dividió en tres bloques para quedarse así con las tres vicepresidencias: Emmanuel Ferrario (Vamos Juntos), Martín Ocampo (UCR), y Roy Cortina (PS)
Incluso, Juntos por el Cambio publicó un comunicado en el que ratifican que “los consejeros de la Magistratura que deben designarse corresponden a la segunda minoría al momento que la Corte Suprema falló”, es decir en diciembre del año pasado.
En el oficialismo, mientras, afirman dos cosas: que es una “jugada política” válida para quedarse con un representante más dentro de la Magistratura, y que, durante el Gobierno de Mauricio Macri, Cambiemos realizó practicas similares.
Pablo Yedlin (Senador del FDT): es una acción “reglamentaria”
Pablo Yedlin, senador por el Frente de Todos, explicó que es normal la separación del bloque, en especial teniendo en cuenta que se trata de un frente que no está exento de diferencias. “El Frente de Todos viene trabajando bajo la figura de una gran coalición, no es ninguna novedad que no todos hemos votado siempre en forma homogénea, sino que hemos tenido divergencias importantes, por ejemplo en el voto del arreglo con el Fondo Monetario Internacional (FMI)”, dijo a LA GACETA.
A su vez, remarcó que se trata de una acción política estratégica de un partido para buscar tener más representantes: “es algo legal, absolutamente reglamentario. Nosotros pudimos hacerlo porque la cantidad de senadores que tenemos nos lo permite, y tenemos muchos senadores porque la población nos votó más”.
Beatriz Ávila (senadora de JXC): criticó la “maniobra” de Cristina
“Es una artimaña más que, obviamente, fue impulsada por la vicepresidenta en contra de la República, de la división de poderes y de la independencia judicial”.
Así lo expresó la senadora por Tucumán (JxC), Beatriz Ávila, al referirse a la decisión de Cristina Fernández de Kirchner de que el bloque de legisladores del Frente de Todos (FDT) se divida con el objetivo de ocupar una banca más en el Consejo de la Magistratura de la Nación (CM).
“Es una maniobra desesperada de la vicepresidenta, quien solo busca la impunidad en sus causas (judiciales) y sólo le interesa su patrimonio”, destacó la parlamentaria en una entrevista que mantuvo en el programa “LA GACETA Central”, del noticiero de LG Play.