Rusia realizó este miércoles un lanzamiento de prueba del misil balístico intercontinental Sarmat, desde el cosmódromo de Plesetsk y alcanzó su destino a 6.000 kilómetros de distancia en el polígono de Kurá, en la península de Kamchatka, bañada por el Océano Pacífico. Se trata del "misil más potente y con el mayor alcance del mundo”, dice el comunicado del Ministerio de Defensa.
Rusia asegura que el misil intercontinental tiene capacidades para desplegar armas nucleares y burlar los sistemas antimisiles. En unas declaraciones retransmitidas por televisión, el presidente Vladímir Putin aseguró que el lanzamiento del misil “hará pensárselo dos veces” a quienes “intentan amenazar a nuestro país”.
El lanzamiento fue transmitido por la televisión pública y presidido por Putin, quien subrayó que el Sarmat "es capaz de superar todos los medios modernos de defensa antimisiles", además de poseer unas características táctico-técnicas del más alto nivel.
Agregó que el Sarmat es un arma de última generación que "garantiza de manera fiable la seguridad de Rusia de las amenazas externas y hará que se lo piensen dos veces aquellos que en la desenfrenada vorágine de la retórica agresiva intenten amenazar a nuestro país", en alusión a la guerra en Ucrania y a las sanciones aplicadas por Occidente desde el inicio del conflicto.
El Sarmat entrará en servicio en las fuerzas estratégicas rusas en la región siberiana de Krasnoyarsk una vez que concluya el programa de ensayos, en sustitución del misil más potente del mundo, el RS-20B Voevoda, clasificado por la OTAN como SS-18 o Satán y con 11.000 kilómetros de alcance. Sarmat "no tiene análogos en el mundo y no los tendrá durante mucho tiempo. Efectivamente, es un arma única que reforzará el potencial militar de nuestras Fuerzas Armadas", dijo Putin.
El dirigente, cuyo Ejército cumplió los objetivos planteados para la invasión de Ucrania, destacó que en la fabricación del Sarmat, que pesa 200 toneladas, "solo se utilizaron ensamblajes, componentes y piezas de producción nacional”, en aparente referencia a las sanciones internacionales que han limitado el acceso de Rusia a materiales necesarios para los misiles con los que ataca a su vecino.
El líder ruso había presentado el Sarmat en sociedad el 2 de marzo de 2018, justo antes de su reelección, durante un controvertido discurso sobre el estado de la nación. Entonces advirtió a Occidente que el misil tiene un "alcance prácticamente ilimitado", capaz de alcanzar objetivos "a través de los polos norte y sur”, por lo que el sistema antimisiles norteamericano "no tendrá nada que hacer".
El Pentágono, en tanto, aseguró que Rusia informó a Washington del lanzamiento, que Estados Unidos considera un ensayo de "rutina" que "no es una amenaza".