Conflicto en La Costanera: "Muchos funcionarios están muy disociados con la realidad"
La comunidad del dispositivo de adicciones del barrio Costanera denunció que los chicos no habían recibido ayer los alimentos debido a “decisiones políticas poco empática y hasta discriminatorias” dentro del Ministerio de Desarrollo Social.
“Dijeron que no estaba autorizada la entrega por una decisión del administrativo Carlos Gabriel San Juan”, contó Emilio Mustafá, psicólogo social y especialista en adicciones. El argumento que le dieron en la Secretaría fue que “no había unos papeles administrativos”.
Tras ese planteo, en la cartera gubernamental respondieron luego que el dispositivo de Noche de la Costanera “no era un comedor, sino un lugar de encuentro, captación y contención de personas con consumo problemático de sustancias, que funciona una vez por semana los días martes, lo que demuestra que no se trata de un centro de cuidado nutricional destinado a garantizar la seguridad alimentaria, como otros espacios con los que cuenta el Ministerio de Desarrollo Social para esos fines”.
Hoy, Mustafá y vecinas voluntarias reafirmaron el pedido por la provisión de mercadería para sostener la asistencia a los niños, adolescentes y jóvenes en el lugar.
“Efectivamente, este es un dispositivo terapéutico en adicciones que adquirió la modalidad de grupo. Aquí, los chicos que se están recuperando o en consumo se acercan al comedor por la comida; otros elaboran la comida con las madres. De esa forma, generamos un espacio de referencia en salud”, expresó el psicólogo.
“Es muy difícil que un administrativo pueda entender desde el escritorio lo que se vive en el barrio. Quizás, él come todos los días, pero acá la gente no come todos los días. La comida ayuda a organizarnos. Aquí, hay chicos que, por el consumo de pasta base, están en situación de desnutrición; pasan tres o cuatro días sin comer. Hay una disociación entre lo que pasa en el escritorio y la realidad”, añadió.
El especialista “llamó a la reflexión porque se está viviendo un momento muy difícil en cuanto a la temática de adicción y salud mental”. Pidió establecer una “estrategia colectiva para evitar este tipo de situaciones”.
“Hay que pisar la realidad. Muchos funcionarios están muy disociados con la realidad que se vive”, dijo Mustafá, quien informó que al comedor vecinal “concurren 80 personas, de las cuales entre 35 y 40 chicos en consumo”.
Ayer, en la comunidad reunieron dinero y compraron salchichas, ya que no habían recibido carne y otros alimentos.