¿Efecto de la tensa interna o una jugada de ajedrez? Más allá de este interrogante, el Congreso se vio sacudido por estas horas por una drástica decisión de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. La titular del Senado de la Nación dispuso que el bloque de legisladores del Frente de Todos (FDT) en ese cuerpo se escindiera. Según la oposición, la decisión apunta a poder ocupar una banca más en el Consejo de la Magistratura, en medio de la batalla legal y política del kirchnerismo para evitar que la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) controle el organismo que designa y remueve a los jueces del Poder Judicial de la Nación.
De esta forma, el peronismo quedó "partido" en la Cámara alta. Por un lado, se constituyó la bancada alineada a la ex jefa de Estado, bajo el nombre de "Unidad Ciudadana", que estará encabezado por la senadora "K" Juliana Di Tullio. Por el otro, se conformó el "Frente Nacional y Popular", afín a los gobernadores y, por ello, al presidente Alberto Fernández, que mantendrá como referente al senador José Mayans, quien era jefe de la bancada del Frente de Todos.
El movimiento se conoció a última hora del martes. Se concretó a partir de dos cartas dirigidas a la propia Cristina Kirchner, en su carácter de titular del Senado de la Nación.
La división se produjo en medio de una tensa interna en el FDT, agravada luego de las primarias abiertas de 2021 y profundizada este año, tras la votación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la reprogramación de la deuda externa argentina.
Sin embargo, en paralelo a este escenario puertas adentro del oficialismo, aparece una situación que también alteró el panorama político en la Argentina.
En diciembre pasado, la CSJN dictó fallo que estableció la inconstitucionalidad de la composición del Consejo de la Magistratura según la ley sancionada en 2006, por impulso de CFK. El máximo tribunal había dado 120 días al Congreso para aprobar una nueva norma; de lo contrario, había advertido que se retornaría al esquema anterior, en el que, entre otras diferencias, la presidencia del órgano que preselecciona y remueve jueces está a cargo del titular de la propia Corte Suprema. Dicho plazo se cumplió este lunes, por lo que Horacio Rosatti tomó las riendas del Consejo de la Magistratura, en medio de las duras críticas del kirchnerismo.
En la oposición aseguran que la jugada de Cristina estaría relacionada con este asunto. El fundamento que avala esta hipótesis es que, de esta forma, el ex bloque del FdT podría llegar a tener dos miembros -uno por la mayoría y otro por ser la segunda minoría-, mientras que si se mantenía con la conformación anterior accedía a un solo miembro y el otro le correspondía a Juntos por el Cambio.
El presidente del interbloque de Juntos por el Cambio, el senador Alfredo Cornejo, no dudó en considerar que esta ruptura, en realidad, es una estrategia del oficialismo.
“Vergonzosa e impostada división del Bloque de senadores del Frente de Todos para intentar robarse un lugar en el Consejo de la Magistratura”, denunció Cornejo.
En las últimas horas, Juntos por el Cambio había amenazado con denunciar penalmente tanto a Cristina Kirchner como al presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, si no avanzaban con la designación de los dos representantes que faltan para el Consejo de la Magistratura.
En la Cámara Baja, el titular del bloque del oficialismo, Germán Martínez, presentó este martes una nota formal a Massa para que se abstenga de firmar el nombramiento de Roxana Reyes, la candidata propuesta por la UCR, hasta que no se defina con claridad cuál es el criterio para determinar qué fuerza es la segunda minoría de la Cámara.
Claves de la polémica
1) El lunes la Corte Suprema asumió la conducción del Consejo de la Magistratura, tras haber declarado la inconstitucionalidad de la ley de 2006. El Máximo Tribunal argumentó que la conformación del organismo no respetaba el equilibrio entre los diferentes estamentos políticos y técnicos. En el mismo fallo, le fijó un plazo de 120 al Congreso para que sancione una nueva normativa. Si bien un proyecto del kirchnerismo obtuvo media sanción en el Senado, luego naufragó en la Cámara baja. Finalmente, el plazo venció el viernes pasado.
2) El mandato de la Corte señalaba que si no se sancionaba una nueva ley, el Consejo volvería a su conformación original de 20 integrantes, tal como estipulaba la norma de 1997. Esa norma asignaba cuatro legisladores consejeros por cada una de las Cámaras y actualmente sólo hay tres. Por eso la UCR y el PRO presionan para que sus representantes -la diputada Roxana Reyes y el senador Luis Juez- sean nombrados.
3) Tras la ruptura del bloque del Frente de Todos en el Senado, molesto con la jugada de CFK, Juez manifestó que “los delincuentes aprovechan la nocturnidad”. “Esto desnuda y pone en evidencia el pánico que le tiene Cristina a la Justicia”, señaló. “Esto claramente es una maniobra para quedarse con la banca que le correspondería a la oposición”, agregó en declaraciones a Todo Noticias (TN). “Es una maniobra ridícula, torpe y absurda para quedarse con una banca en el Consejo de la Magistratura” que le permita a Cristina Kirchner “seguir apretando jueces o nombrando punteros políticos”, enfatizó Juez.
4) Este lunes, en medio del desembarco de la Corte en el Consejo, el viceministro de Justicia de la Nación, Juan Martín Mena, acusó a los jueces del Máximo Tribunal de ser responsables de “un deterioro democrático y jurídico” y que su accionar “es causal de juicio político” al considerar que la Corte cometió “mal desempeño”. “Nosotros vamos a seguir trabajando en una profunda reforma al sistema de justicia”, advirtió Mena remarcando que el Kirchnerismo “no puede permitir que la Corte legisle cercenando las facultades del Poder Legislativo”