Rusia muestra su poderío aéreo con bombas en la región del Donbás

Rusia muestra su poderío aéreo con bombas en la región del Donbás

La ONU pide una pausa de cuatro días para evacuar a civiles de la zona de conflicto. Rusia toma la ciudad de Kreminna y los combates siguen en las ciudades al este de Ucrania.

FOTOS REUTERS
20 Abril 2022

KIEV, Ucrania.- Mientras se intensifica el asedio ruso para hacerse del control del Donbás, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, pidió a Rusia y Ucrania un cese al fuego de cuatro días para comenzar a evacuar civiles y entregar ayuda humanitaria, durante la Pascua Ortodoxa.

“Las necesidades son extremas. La gente no tiene alimentos, agua, suministros para tratar a los enfermos o heridos o simplemente para vivir el día a día”, destacó el político portugués, durante una rueda de prensa en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York.

Luego de semanas de advertencias por el movimiento de tropas rusas del norte al este del país, ayer, el Ejército ruso demostró su poderío militar por aire a lo largo de un frente de cientos de kilómetros en lo que las partes describen como una nueva fase de la guerra.

La batalla por el Donbás ha comenzado, afirmó el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, reportó “France24”. Así, la ciudad de Kreminna cayó bajo control ruso, aseguró el gobernador regional, Serhiy Gaidai. “Kreminna está bajo el control de los ‘Orcos’. Han entrado en la ciudad. Nuestros defensores tuvieron que retirarse. Se han atrincherado en nuevas posiciones y continúan luchando contra el Ejército ruso”, afirmó.

El avance ruso hacia Kiev fracasó, por lo que Moscú reorientó su objetivo hacia la captura de la región oriental.

En el día 55 de la guerra hubo ataques aéreos incesantes sobre la ciudad oriental de Járkov, la segunda mayor ciudad del país.

En uno de los bombardeos murieron al menos tres personas y otras 16 resultaron heridas, aseguró el gobernador regional Oleg Synehubov, a través de su cuenta de Telegram.

Las agencias de noticias rusas reportaron que alrededor de 120 personas, que estaban atrincheradas junto a las fuerzas ucranianas, en la planta metalúrgica de Azovstal, en Mariúpol, salieron del lugar.

La televisión rusa no detalló si se trata de civiles o militares y aseguró que decenas de ucranianos abandonaron el lugar por los corredores humanitarios establecidos por los rusos.

Horas antes, el Ministerio de Defensa ruso había dado un ultimátum a quienes resisten para que se entreguen al Ejército ruso y depongan las armas a cambio de salvar sus vidas.

Objetivos

La toma de Kreminna lleva a las tropas de Vladimir Putin un paso más cerca de la ciudad mucho más grande de Kramatorsk, uno de los objetivos potenciales de Moscú en su renovada ofensiva en la región de Donbás, en el este de Ucrania.

Si capturan esa región y vencen la resistencia ucraniana en la ciudad portuaria de Mariúpol, las tropas del Kremlin podrían a establecer un corredor terrestre entre el este del país y la región de Crimea, que Putin se anexionó en 2014.

Guterres, en medio de esta avanzada, dijo que Naciones Unidas está preparada para enviar caravanas de ayuda humanitaria a Mariúpol, Jersón, Donetsk y Lugansk a partir de mañana, Jueves Santo y hasta el domingo, fecha de la Pascua Ortodoxa, que celebran la mayoría de ucranianos y rusos.

La invasión a Ucrania por parte de Moscú, el mayor ataque a un Estado europeo desde 1945, ha causado miles de muertos y heridos. Más de 12 millones de personas necesitan hoy asistencia humanitaria en el país, dijo Guterres.

“En lugar de celebrar una nueva vida, esta Pascua coincide con una ofensiva rusa en el este de Ucrania. La intensa concentración de fuerzas y potencia de fuego hace que esta batalla sea inevitablemente más violenta, sangrienta y destructiva”, dijo Guterres. “La embestida y el terrible número de víctimas civiles que hemos visto hasta ahora pueden palidecer en comparación con el horror que se avecina”. (Reuters)

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