Jonathan Beale
Corresponsal de la BBC Mundo
El capitán Vasyl Kravchuk sonríe con facilidad pese a haber soportado 50 días de guerra. Se conectó a la videollamada para hacer la entrevista desde su base aérea, en un lugar no revelado de Ucrania. Sabe que las próximas semanas no le concederán ninguna tregua. Puede que Rusia haya sufrido un revés en sus intentos fallidos de tomar Kiev, pero la región oriental del Donbás se encuentra ahora muy firmemente en el punto de mira de Moscú. Así que los hombres y mujeres de la Brigada de Misiles Antiaéreos de Dnipró seguirán desempeñando un papel clave en la próxima fase de la guerra.
Defender los cielos de Ucrania de los ataques rusos ya está siendo todo un desafío. Como le dijo a la BBC un oficial de defensa aérea ucraniano, es como tratar de usar un matamoscas enorme con grandes agujeros. “No podemos cubrir todo el espacio aéreo”, confiesa el capitán Kravchuk.
El hecho de que se siente a hablar con BBC Mundo es algo notable, especialmente teniendo en cuenta que muchas instalaciones de defensa aérea fueron destruidas total o parcialmente en los primeros días de la guerra. Es inusual que las fuerzas ucranianas admitan públicamente que sufrieron pérdidas significativas en las primeras etapas del conflicto. Pero a pesar de estas pérdidas, las defensas aéreas que sobrevivieron todavía se han utilizado con buenos resultados.
Oryx, un blog militar y de inteligencia que ha estado rastreando las pérdidas militares durante la guerra mediante confirmación visual, dice que Ucrania ha destruido, dañado o capturado al menos 82 aeronaves rusas, incluidos aviones, helicópteros y drones. Las pérdidas de aviones equivalentes de Ucrania se sitúan en 33.
De hecho, sus éxitos han confundido a los expertos militares, quienes predijeron que Rusia alcanzaría rápidamente la superioridad aérea sobre Ucrania. Rusia ya tenía una ventaja significativa en el aire, desplegando más del triple de aviones de combate que Ucrania.
El Pentágono estadounidense informa que los aviones rusos han estado volando alrededor de 250 misiones militares y realizando unos 30 ataques aéreos todos los días. Los funcionarios occidentales todavía sostienen que Rusia está luchando por ganar superioridad aérea. Pero, por el contrario, la flota envejecida de Ucrania, compuesta en su mayoría por aviones de combate MiG-29, ha estado luchando para competir y, en el mejor de los casos, gestiona alrededor de 10 misiones militares al día.
Le lleva ventaja
Ucrania sabe que Rusia le lleva la ventaja en el aire, por eso ha pedido repetidamente a las naciones occidentales que cierren sus cielos. Pero la anticipada ofensiva de Rusia en el Donbás presenta un desafío nuevo y más difícil.
Justin Bronk, investigador principal sobre fuerza aérea en el Royal United Services Institute, dice que es probable que Rusia tenga una mayor libertad de acceso en el espacio aéreo sobre la región oriental que en el resto del país debido a su proximidad al espacio aéreo controlado por Rusia. Para ganar esa batalla, Ucrania necesita una combinación de armas de largo, mediano y corto alcance que le permitan proporcionar lo que se conoce como una “defensa en capas”.
Occidente ha estado proporcionando una cantidad significativa de misiles tierra-aire de corto alcance. Sólo Estados Unidos ya ha enviado 2.000 Stingers. Reino Unido también ha proporcionado una cantidad no especificada de misiles de alta velocidad Starstreak.
Pero aunque el capitán Kravchuk dice que su país está agradecido por esos misiles que se disparan desde el hombro, conocidos como Manpads, asegura que esas armas solo son efectivas en la línea de combate. Esto se debe a que los Manpads, sistemas de defensa aérea portátiles, son más efectivos contra aviones que vuelan a baja altura. Rusia utiliza principalmente misiles de crucero de largo alcance y bombardeos a gran altura.
El capitán Kravchuk le dijo a la BBC: “ahora carecemos de sistemas de defensa aérea de mediano y largo alcance... No tenemos suficientes”. Una renovada ofensiva rusa en el Donbás ejercerá otra grave presión sobre la limitada defensa aérea de Ucrania.
Si bien el foco de la guerra está ahora en el este de Ucrania, el resto del país aún necesita protección. Sobre el terreno, se han visto pruebas de que Ucrania ha estado enviando sistemas de defensa aérea adicionales al este en los últimos días. Pero no puede darse el lujo de reubicar todos sus sistemas de defensa aérea en la región de Donbás. “No podemos dejar completamente sin protección a la mitad de Ucrania”, sostiene Kravchuck.
Ucrania tiene que usar sus defensas aéreas no solo para atacar a los aviones rusos, sino también los misiles balísticos y de crucero rusos. Están teniendo cierto éxito, pero no pueden destruirlo todo.
El capitán Kravchuk estima que su unidad está derribando entre el 50 y el 70 % de los misiles de largo alcance de Rusia. Como ejemplo, dice que cuando Rusia disparó seis misiles alrededor de Dnipró recientemente, lograron detener cuatro. Eso todavía sugiere que un número significativo está penetrando la defensa ucraniana. El Pentágono dice que Rusia ha lanzado 1.550 misiles desde que comenzó la guerra.
Rusia añade que también ha estado usando misiles hipersónicos. No hay mucho que las defensas aéreas de Ucrania puedan hacer contra ellos mientras viajan a cinco veces la velocidad del sonido.
Pero la dura realidad es que, sin un apoyo más significativo, a Ucrania le resultará cada vez más difícil defenderse de los ataques aéreos y con misiles rusos cuanto más se prolongue esta guerra.
Un alto funcionario de inteligencia occidental le dijo a la BBC que las defensas aéreas de largo y medio alcance encabezaban la lista de solicitudes de Ucrania de más suministros de armas: “Son muy específicos en cuanto a que necesitan municiones de defensa aérea... Las necesitan en grandes cantidades”. Y como nos dijo el capitán Kravchuk: “las guerras pasadas han demostrado que quien domina el aire termina siendo el vencedor”.