El Gobierno de Gran Bretaña entregó a la embajada de la Argentina en ese país una serie de documentos y de fotos pertenecientes a Edgardo Esteban, un veterano de la guerra de Malvinas. Los documentos habían sido secuestrados al momento de la rendición de las tropas de nuestro país, el 14 de junio de 1982.
El equipo de investigadores de crímenes de guerra de la división antiterrorista de la policía británica oficializó la entrega de un documento de identidad y de fotos personales de Esteban, actual director del Museo de Malvinas.
Según señalaron las autoridades de la embajada de la Argentina en Londres, mediante un comunicado, el documento había sido comercializado en un sitio de subastas -adquirido por un privado- y, posteriormente, había sido vendido a un coleccionista anónimo. A raíz de la advertencia formulada a la sede diplomática por parte de la periodista argentina Alicia Panero, se desencadenaron una serie de acciones que culminaron con la entrega de las pertenencias.
“Ante la negativa del último tenedor y luego de gestiones oficiosas infructuosas, se efectuó una denuncia penal ante la Policía Metropolitana londinense que logró, al cabo de un año, recuperar los objetos. Los datos que llevaron a la resolución del caso fueron provistos a la policía por la Embajada”, comunicó el embajador argentino ante el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Javier Esteban Figueroa.
“Durante el proceso, se mantuvieron conversaciones con la Cancillería y con el Ministerio de Defensa británicos, durante las cuales se destacó la sensibilidad y la justicia del hecho. Periodistas se interesaron en el caso al igual que un militar británico retirado preocupado por cuestiones humanitarias y ofrecieron su colaboración. A todos ellos, nuestro agradecimiento, al igual que a la Metropolitan Police”, agregó el embajador.
El diplomático explicó que la posesión ilegítima de un documento ajeno es un delito tipificado en la legislación local, y una violación del Derecho Humanitario. "Un prisionero no puede ser privado de documentos y pertenencias personales por sus captores luego de cesadas las hostilidades. Más allá de la enorme felicidad de Esteban por recuperar sus efectos personales, la resolución del caso puede servir como un precedente para casos similares. Aún quedan objetos propiedad de soldados argentinos en manos británicas”, dijo Figueroa.
Destacó que se habían dado antes restituciones de partes de aviones, de cascos y de uniformes, entre otros, en los que la embajada de la Argentina en Londres estuvo involucrada recientemente. "Todo se encontraba en manos de particulares, que voluntariamente nos contactaron y pudimos regresarlos a museos o sus dueños. Alguien puede pensar que es un hecho menor la devolución de objetos o documentos personales al cabo de 40 años. Sin embargo, la carga simbólica de transformar un ‘trofeo de guerra’, que luce frío en una vitrina, en un gesto de amistad y respeto no debe ser minimizado”, destacó el embajador.
Precisó que, en ese marco, las restituciones -voluntarias o fruto de la aplicación de la ley- tienen un efecto sanador. No solo entre los involucrados directa y personalmente, sino también en un plano simbólico más amplio. "Malvinas no es solo un conflicto de soberanía, sino que tiene una potente carga emocional en donde los gestos simbólicos cuentan", dijo.