Senderismo: la importancia de salir preparados y con guías oficiales

Senderismo: la importancia de salir preparados y con guías oficiales

En 2018, la legislatura sancionó la Ley N° 9.142 que regula las actividades de turismo activo o de “aventura”. Por qué es importante exigir que se cumpla.

Senderismo: la importancia de salir preparados y con guías oficiales

Acorde a la Policía provincial, durante 2021, 12 personas debieron ser rescatadas de zonas agrestes debido a diferentes circunstancias. La similitud fue que todas ellas estaban haciendo senderismo en el cerro El Pabellón (Tafí del Valle), el cerro San Javier, Loma Bola, la Cascada de Aguas Chiquitas, El Cadillal, Anfama o San Pedro de Colalao (por nombrar solo algunos destinos).

A este dato se suman seis rescates ocurridos este año. En el más trágico, se debió traer a un visitante sin vida desde Alpachiri y El Molino.

Dado que se requieren recursos y trabajadores calificados la tarea es compleja. Llamando primero a la previsión, es extremadamente necesario que quienes deseen aventurarse en este tipo de caminatas lo hagan con guías oficiales.

Historia con final feliz

A fines de noviembre del año pasado, Carlos Figueroa (miembro del grupo “CF senderismo”) lideraba una travesía de tres días y dos noches. El plan incluía salir de Tafí del Valle, dormir en el albergue de montaña de La Ciénaga y hacer una cena con fogón.

El segundo día, el equipo se dirigiría a Anfama y, luego, arribarían a El Siambón para completar el trayecto. “Eran cerca de 20 personas y partimos con buena ánimo y un clima a nuestro favor”, recordó el guía.

Por detrás, Carlos iba “cerrando el grupo” hasta que pisó el borde del camino y, en el esfuerzo de no caer, se lastimó fuertemente la rodilla.

“Sentí dolor y me percaté que algo había pasado con mi rodilla. Estuve andando un tiempo, pero el malestar fue creciendo a medida que la actividad física mermaba. Es decir, que los músculos se iban enfriando. Al llegar al hospedaje le pedí a uno de los tres médicos que nos acompañaban que me revisaran”, contó.

El diagnóstico fue lapidario: un desprendimiento parcial de rótula de rodilla. “Allí estaba un miembro del grupo que subió a reparar una radio y tratar de enlazar unos handys a la frecuencia del albergue. Si bien no era parte de la travesía, volvía esa noche. Él se había quedado por si yo no podía continuar. Muy a mi pesar volví con él”, agregó.

Cuando llegó a San Miguel de Tucumán una llamada hizo que olvide lo ocurrido. Al otro lado del teléfono, le contaron que una de las senderistas (oriunda de Santiago del Estero) se había fracturado en uno de los descensos. Casi llegando a Anfama, al hotel rural de Petrona.

“Al evaluar la situación nos dimos cuenta que era imposible hacer una evacuación por helicóptero. Además, para buscarla en moto, demorarían al menos dos o tres días. Sin esas opciones, averigüé si los caminos estaban habilitados para una camioneta y cuando me dijeron que sí, decidí volver a buscarla”, detalló.

A las 21.45, salió de Tucumán y, a las una de la madrugada, llegó al campamento en donde tenían contenida y en reposo a la mujer. “Fue una locura esa travesía por un camino que casi no existe con lugares con mucho precipicios con tramos en donde una de las ruedas no tocaba tierra”, explicó.

Una vez allí, acondicionaron el vehículo y retornaron a Capital. “A las 7 llegamos al Sanatorio Norte. Los médicos le hicieron una placa y efectivamente había una fractura de peroné y una fisura de tibia”, contó el guía, quien cuenta con el curso de Socorrismo en ambientes rurales (WFR).

Después Figueroa también traslado a la enyesada hasta su hogar en la provincia limítrofe. “La operaron y le pusieron tres o cuatro clavos en la pierna. Recién, la semana pasada le dieron el alta. Ella no ve las horas de volver a pasear por los cerros. El grupo había salido asegurado y todo funcionó correctamente”, enfatizó en el diálogo con LA GACETA.

Gestión de riesgo

La normativa de “Turismo activo” que regula las prácticas comerciales que se desarrollan en el marco de un ambiente natural – ya sea en tierra, agua o aire-, para explorar y vivenciar una experiencia, controla las actividades que se desarrollan con el fin de brindar seguridad a sus practicantes.

El senderismo, los deportes náuticos y aéreos están incluidos en la normativa de la Ley N° 9.142. Esta supone la existencia de un riesgo controlado y cierto grado de destreza o esfuerzo físico por parte de quien lo practica.

En ese marco, los guías oficiales deben practicar una gestión de riesgos. Con ella se enseña a desarrollar un enfoque estructurado para manejar la incertidumbre relativa a una amenaza. Los ejercicios incluyen la identificación, el análisis y la evaluación de riesgo, para luego establecer las estrategias de su tratamiento utilizando diferentes recursos.

“El accidente de esta turista no hubiese ocurrido si ella no se ponía la mochila por delante del cuerpo al hacer el descenso. Eso le impidió ver el camino y donde pisaba”, se lamentó Figueroa.

Él también es socorrista en ambientes rurales naturales y agrestes, por lo que asegura que siempre va observando y evaluando lo que sucede con cada miembro del grupo para poder identificar posibles problemas.

“La gestión de riesgo se hace desde que se planifica una la salida. Según el destino que visitemos corresponde evaluar cuantos individuos pueden ir y si han de contar con experiencia previa o cierto estado físico”, explicó el guía de montaña.

En su trabajo siempre suele escribirse un plan con evaluaciones de riesgo y posibles rutas de evacuación.

“Las evacuaciones se diferencias por la zona y el tipo de lesión. No es lo mismo evacuar a alguien fracturado de un territorio agreste (en donde no hay caminos) a tener que ayudar a una persona con una lesión leve y que camine por un lugar con senderos marcados”, destacó.

Equipamiento

Los guías profesionales cuentan con equipos satelitales de comunicación y están preparados para asistir con intervenciones médicas a los damnificados hasta que llegue la ambulancia o se consiga visitar un hospital o posta de salud.

“Cualquier grupo o institución que brinde servicios de turismo de aventura debe estar registrado en nuestra base”, destacó Virginia Zerrizuela, del área de Naturaleza y turismo aventura del Ente Autárquico Tucumán Turismo (EATT).

Desde el establecimiento brindan cursos y capacitaciones permanentes a los guías para evitar malas situaciones. “Es importante que quienes tomen estos servicios lo hagan de manera segura y contratando a prestadores registrados para tener la certeza de su idoneidad. La aventura implica cierto riesgo”, subrayó la funcionaria.

Cada empresa debe contar con capacitaciones como socorristas y un seguro. Para conocer la lista de inscriptos, se puede consultar la página www.tucumanturismo.gob.ar.

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