Ucrania reclama apoyo ante el ataque a un centro de evacuación de civiles

Ucrania reclama apoyo ante el ataque a un centro de evacuación de civiles

Centenares de civiles esperaban un tren para salir de la zona asediada por Rusia, cuando cayeron los cohetes. Hay 50 muertos y decenas de heridos. Cruce de acusaciones.

ESTALLIDO. Los cuerpos de las víctimas del ataque quedaron esparcidos en el piso, junto a restos del equipaje. ESTALLIDO. Los cuerpos de las víctimas del ataque quedaron esparcidos en el piso, junto a restos del equipaje. REUTERS
09 Abril 2022

LEÓPOLIS/BORODYANKA, Ucrania.- Frente a la estación de Kramatorsk se veían autos carbonizados y los restos de un misil. El lugar estaba sembrado de valijas abandonadas, vidrios rotos y escombros. El interior de la estación estaba cubierto de sangre, a menudo pisoteada y extendida hacia la calle.

Los cuerpos de al menos 50 personas quedaron en la estación de trenes que funcionaba como centro de evacuación y otro centenar resultó con heridas, en el ataque con cohetes contra la estación de Kramatorsk, en la región oriental de Donetsk, donde centenares de personas esperaban un tren para salir de la región, asediada por Rusia en el día 44 de la invasión.

Un grupo de líderes de la Unión Europea visitó Kiev para ofrecer apoyo al presidente Volodímir Zelenski.

El mandatario ucraniano calificó el ataque a la estación de Kramatorsk como una acción deliberada contra la población civil y un acto de “maldad sin límites”.

El suceso fue primero comunicado por el responsable de la estación ferroviaria, Oleksander Kamishin, y por una autoridad de la zona de Donetsk, que no está en poder de Rusia.

El Ministerio de Defensa ruso sostiene que no lanzó ataques contra la estación de Kramatorsk y fue más allá, al señalar que los misiles tácticos Tochka-U, cuyos fragmentos fueron hallados en los alrededores “sólo son utilizados por las fuerzas armadas ucranianas”. Agregó que, ayer, las fuerzas armadas rusas no tenían objetivos asignados en Kramatorsk.

El gobernador de la región, Pavlo Kyrylenko, dijo que la estación fue alcanzada por un misil balístico de corto alcance Tochka U que contenía municiones de racimo, las cuales explotan en el aire, rociando pequeñas bombas letales sobre un área más amplia. “Querían sembrar el pánico, querían llevarse al mayor número posible de civiles”, señaló.

El uso de municiones de racimo está prohibido por una convención de 2008. Rusia no es firmante de esa convención, a la vez que niega el uso de este tipo de municiones en Ucrania.

Zelenski dijo que no había tropas ucranianas en la estación. “Las fuerzas rusas (dispararon) contra una estación de tren ordinaria, contra gente ordinaria, no había soldados allí“, dijo al Parlamento de Finlandia en un discurso por video.

El alcalde de Kramatorsk, Oleksander Honcharenko, calculó que había unas 4.000 personas en la estación en el momento del ataque. “Algunas personas han perdido una pierna, otras un brazo. Ahora están recibiendo asistencia médica. Los hospitales están llevando a cabo unas 40 operaciones simultáneas”, dijo.

La Casa Blanca condenó las “horribles y devastadoras imágenes” del ataque a la estación.

El jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, de visita en Kiev junto a la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, también condenó el ataque. “Se trata de un nuevo intento de cerrar las vías de escape a quienes huyen de la guerra”, tuiteó.

Las autoridades ucranianas dicen que Rusia está reagrupando fuerzas tras retirarse de la periferia de la capital, Kiev, con el fin de poner en marcha una nueva ofensiva, en busca del control de las regiones orientales de Donetsk y Lugansk, parcialmente en poder de los separatistas respaldados por Moscú desde 2014.

Los funcionarios regionales están instando a los civiles a huir de las zonas orientales antes de la esperada embestida.

Hasta ahora, las fuerzas rusas no han logrado tomar ninguna ciudad importante, enfrentadas a una resistencia ucraniana inesperadamente fuerte y acosadas por lo que, según los funcionarios de inteligencia occidentales, han sido problemas logísticos, de suministro y de moral.

El Kremlin, sin embargo, dijo que su “operación especial” podría acabar en un “futuro previsible”, ya que sus objetivos se están logrando gracias a la labor de sus militares como de sus negociadores de paz.

La invasión rusa ha causado el desplazamiento de una cuarta parte de la población y miles de muertes de civiles. Ciudades enteras han quedado arrasadas y ha dejado aislada diplomáticamente y con severísimas sanciones de Occidente a Moscú. (Reuters)

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