Sus tareas están bien claras. Sus labores tienen algo en común que es el contacto físico. “No puedo usar golpes de puño, ni patadas. Lo que hay que hacer es reducir”, explicó Maximiliano Gambarte. Resumen de lo que es: luchador de kick boxing, puede pegar; y policía, debe evitarlo. Como deportista, hace pocas semanas que está ungido como campeón mundial hasta 85 kilos; como policía, hace seis años que forma parte de la Patrulla Motorizada. En su rol de peleador sabe que tendrá choque físico sí o sí; montando la moto de la fuerza de seguridad, la cuestión es que no se llegue a eso. Si se produce un enfrentamiento, debe resolver la situación de un modo muy diferente al que está acostumbrado en el ring.
“Tuve muchas situaciones riesgosas en el trabajo, pero siempre se las pudo manejar. Como se dice: llegué ‘sin novedad’ a mi domicilio”, contó Gambarte trasladando pícaramente el vocabulario policial. De donde trajo novedades resonantes fue desde Brasil. En San Pablo compitió en el Mundial de la Federación Interestatal Krav Magá de Artes Marciales Mixtas (Fikman), que está reconocida por la World Association of Kick Boxing and MMA (Wakm) que preside el concepcionense Miguel Recio. “Tuve cambio de rival cuando llegué, porque estaba excedido como 10 kilos. El que me tocó estaba un poco más en peso. Trabajé exhaustivamente durante tres meses para ganar éste título”, comentó el oficial. El local, Marcos Gabriel Lopes Da Silva, no aguantó ni un round ante Gambarte que encabezó un buen listado de luchadores tucumanos que también se consagraron campeones mundiales.
La agenda deportiva de Gambarte tiene dos compromisos, hasta el momento. El 11 de junio peleará en la provincia, en escenario a definir, pero... “Lo importante será en octubre. Un Mundial en Roma, de otra Asociación”, anticipó sediento de la adrenalina de campeón que ya probó. Hasta entonces, tendrá tiempo de vender más rifas y esperar paciente por apoyo, del que sea, privado o estatal para reunir otro presupuesto, mucho más elevado del que logró juntar para la competencia brasileña.
Al mismo tiempo y con más ímpetu, seguirá enseñando en “The Dog”, el dojo que está en su hogar. En Bolívar 1.850, en el corazón de La Ciudadela, Gambarte da clases de kickboxing a más de una decena de alumnos, entre ellos, está su hija. “Tiene 13 años. Fue unos dos años a gimnasia artística y un día me dijo que quería entrenar conmigo”, recordó el pedido que Melanie Aylín hizo a los ocho años. Seguramente, la jovencita que ya ganó sus tres primeras peleas, se entrenará con mayor entusiasmo: está a las órdenes del campeón que patrulla las calles tucumanas.
Más campeones tucumanos
Ailen Figueroa, Josías Juárez, José Miguel, Nahuel Bravo, Carlos Ramírez, Fabiana Ledesma, Somira Albarracín, Emmanuel Moreno, Micael Ybarra, José Massencio, Tomás Gabriel Gómez y Ángel Zárate.