09 Abril 2022
PARÁMETROS. Las inclemencias -en especial, la sequía- y las medidas del Gobierno resultan clave a la hora de la toma de decisiones por parte de los ruralistas.
Todo lo que viene sucediendo en el contexto local, derivado de las políticas agropecuarias adoptadas por el Gobierno nacional, y la forma como viene comportándose el clima en el país resultan preponderantes a la hora de la toma de decisiones en el agro.
El último sondeo del Sistema de Encuestas Agropecuarias (SEA), realizado el mes pasado por el grupo Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA), deja en evidencia que muchos empresarios agropecuarios están adoptando estrategias defensivas frente a la creciente incertidumbre.
El 65% de los 1.158 integrantes de la red CREA consultados manifestó que prevé que durante el próximo año la situación económica del país sea peor que en la actualidad. Un 30%, en tanto, indicó que no espera cambios al respecto.
Un 44% consideró que se está ante un buen momento para realizar inversiones. Sin embargo, la mayor parte de esas decisiones de inversión, ya sean concretadas o programadas, no estarían fundadas en un cambio de expectativas, sino en la necesidad de proteger el capital propio frente a la creciente desvalorización del peso.
Durante el primer trimestre de este año un 6% de las empresas CREA sufrieron daños por fuego a partir de focos que, en su mayor parte, se iniciaron fuera de los límites del establecimiento productivo.
Tal como viene sucediendo desde fines del año pasado, más de la mitad de los ganaderos consultados proyecta aumentar el stock de vientres en un contexto en el cual esa categoría de hacienda opera como reserva de valor frente a un contexto inestable.
Los planteos ganaderos de cría proyectan destetar en promedio un 2,4% más de terneros que durante el año pasado, lo que representa un importante logro, pues muchas regiones resultaron afectadas durante los últimos meses por sequías y por incendios.
En lo que respecta a la invernada, la encuesta reveló que, en promedio, la duración media de la terminación de vacunos el mes pasado fue estimada en 13,2 meses, mientras que un año atrás era de 10,9 meses. Esto se debe a que los sistemas se están tornando más pastoriles como estrategia defensiva frente al aumento generalizado de costos de producción.
Los ruralistas encuestados planean este año reforzar la sostenibilidad de los sistemas productivos mediante un aumento de la siembra de cultivos de invierno tanto de cosecha -especialmente cebada- como de servicio. Eso representa un esfuerzo importante en un contexto caracterizado por una suba extraordinaria del costo de los principales insumos empleados por los cultivos.
Una de cada seis hectáreas que se planifican sembrar en este invierno se hará con un cultivo que no tiene como finalidad la cosecha. La siembra de trigo registraría un descenso relativo -el 60% respecto del 66% del año pasado-, debido a que las actuales condiciones comerciales en el mercado del cereal no son las ideales a causa de la intervención oficial y a la consiguiente incertidumbre respecto al mercado de este cereal. De todas maneras, en términos nominales el área de trigo se mantiene estable.
En cuanto a lechería, aun cuando dos de cada tres encuestados indicó que sufrió sequía como adversidad climática en el último ciclo, se espera un aumento en la producción de leche en los próximos cuatro meses a causa principalmente de un aumento de la cantidad de vacas en ordeñe.
Tanto por el contexto institucional local -dado por la incertidumbre en cuanto al marco normativo vigente en el que tienen que operar las empresas-, como por el riesgo productivo -dado el impacto del clima por sequía y por incendios-, los empresarios del agro están atravesando una situación compleja que impacta en la toma de decisiones, no solo en las del día a día, sino también en las que tienen que ver con el mediano y con el largo plazo.
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