En la UCR van de prórroga en prórroga para que se trate de consensuar una lista de unidad y evitar así la elección del 24 de abril. Es la intención que se verificó anoche, ya que a las 21 vencía el plazo para oficializar las nóminas, pero como había aún líneas tendidas entre varios dirigentes, la junta electoral dispuso aplazar por tres horas ese plazo inicial, hasta las 24. Luego, cerca del vencimiento de ese término, se decidió una nueva prórroga hasta hoy a las 13.
Las decisiones, más allá de los tecnicismos expuestos -análisis de los avales y de las certificaciones de aceptación de las postulaciones- puso de relieve, una vez más, las dificultades que los radicales tienen a la hora de encarar un proceso electoral interno. Recuérdese que el partido está intervenido desde hace más de los años.
Más que nada resurgen en el proceso interno los tremendos inconvenientes para ponerse de acuerdo y convenir una única nomina para completar todos los cuadros partidarios por las lógicas apetencias personales, pero también por la desconfianza que reina en las palabras de los propios correligionarios.
La de anoche fue la segunda y tercera postergación consecutivas de plazos dispuesta por el cuerpo fiscalizador para el reconocimiento de las boletas.
Hasta anoche había dos nóminas de candidatos que habían hecho reserva de color y que se habían inscripto con posibilidades de ser oficializadas para someterse al escrutinio de los 60.000 afiliados en los comicios. Una de ellas encabezada por el diputado nacional Roberto Sánchez -que aspira a presidir la UCR local- y la otra liderada por el directivo de Energas Ariel García, cuya carpeta -en principio- parecía más cerrada en cuanto a sus postulantes.
La votación sólo podrían evitarse en el caso de que se consensúe la distribución de los nombres de los diferentes cuerpos orgánicos del radicalismo en una misma boleta. Eso no se estaba verificando al cierre de esta edición, pero había puentes tendidos. Se vienen realizando intentos y acercamientos, sino no se entienden las sucesivas prórrogas dispuestas. Fueron resueltas para facilitar las negociaciones y evitar que se llegue a las urnas, para que el afiliado no decida en virtud de un acuerdo de cúpulas. Los integrantes de la junta electoral, a todas luces, tienen la intención de facilitar las tratativas entre las partes.
Había líneas tendidas entre ambas agrupaciones, pero las principales dificultades estaban en la propia lista del ex intendente de Concepción para poder cerrar acuerdos para la distribución de algunos puestos, en especial los de relevancia de la junta de Gobierno y los de la convención provincial.
Hasta cerca de la medianoche se mantenían las charlas, los cafés y los cruces telefónicos para arrimar posiciones. Sin embargo, en ambos lados se avanzaba en el proceso de completar la integración de las boletas, para no llegar con lugares en blanco a última hora y verse sorprendidos porque las puertas finalmente se cerraron al acuerdo. Lo que significaría que se abrieron para dar lugar a la contienda electoral.