Las escuelas y colegios primarios de todo el país tendrán una hora más de clases por día, es decir que los alumnos pasarían de tener cuatro horas diarias de clases a cinco horas, según dijo el ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk. Así, padres y madres con hijos en la primaria ya analizan cómo deberán adaptarse ante esta nueva situación con el cursado ya empezado.
Hay, según averiguó LA GACETA, dos opiniones principales sobre la medida: quienes están a favor porque consideran que generaría un impacto positivo en la educación de los niños, y aquellos para los cuales la hora extra traería más problemas que soluciones reales.
“Hay que evaluar qué tan útil sería porque llega un momento en que los chicos ya están muy cansados y no se pueden concentrar igual. Otra cosa importante sería pensar en la calidad educacional más que en el tiempo que pasen en las aulas”, dice Marina, madre y docente.
Para Melody Bascary, que camina con sus hijas de nueve y tres años por la peatonal de la calle Buenos Aires, tampoco es la mejor opción. “Me parece mal; la verdad, son demasiadas horas para los chicos y a los padres se nos complica ya con los horarios. Los horarios no coinciden y se hace difícil llevarlos y buscarlos”. De todas formas advierte que en el colegio aún no les informaron nada al respecto.
Rodrigo Merino y su esposa Joana Santucho, padres de Salvador (siete) y “Bauti” (cinco), hablaron del tema apenas se enteraron en la mañana de ayer. Para ambos la conclusión fue que este cambio les generaría un problema a la hora de organizarse, además de un posible gasto, por lo que no están conformes. “Para los padres es complicado por una cuestión de horarios laborales. Implica organizarse mucho más temprano”, indica Rodrigo.
“Además seguramente repercuta económicamente por la hora más que se les va a pagar a los docentes. Sobre todo en nuestro caso en que los chicos van a una institución privada, eso va a significar un gasto más por la hora extra que se les va a pagar a los docentes y eso se va a ver reflejado en la cuota mensual”, agrega.
Recuperar conocimientos
Juan Quintero carga la mochila de su hijo de cuatro años y explica que está a favor de la medida. “Estaría bien. El año pasado no habían tenido muchas clases, entonces esto puede servir para recuperar lo que no han podido aprender”, afirma. El traslado de su pequeño no sería problema -dice- porque a él lo busca un transporte escolar desde la puerta de su casa, así que la organización sería más o menos la misma.
Otra de las que está de acuerdo es Beatriz de Albarracín, abuela de Raúl, un niño de siete años. “Si es para que estudien más me parece muy bien, me parece muy bien”, repite la mujer en voz alta; aunque se permite dudar sobre la aplicabilidad del sistema: “no sé cómo lo van a implementar porque hay diferentes horarios en cada colegio”.
“Tienen que prever el asunto de que los chicos tomen alguna merienda o algo en el colegio porque tienen hambre a la mañana. Y para los que van a la tarde ya se hace más oscuro a la salida, y ponerlo más temprano no se puede porque no van a entrar a las 7 de la mañana... Tendrán que ver de qué manera se lo equilibra”, analiza, pensativa, Beatriz.
En cuanto a la organización familiar para cubrir los horarios de entrada y salida de Raúl del colegio, Beatriz arregla con la madre del niño cómo harán cada día. Por la mañana, en el ingreso, es su mamá la que se encarga de llevarlo. Al mediodía la situación es distinta porque ella todavía está trabajando y generalmente no puede pasar por el colegio. Es por eso que cuando suena el timbre de salida es Beatriz, su abuela, la que está parada en la vereda esperándolo.
“Mayormente lo busco yo a la salida, según mi disponibilidad. Siempre los abuelos colaborando con los nietos, a mí me gusta igual, me divierte ayudarlo y pasar tiempo con él”, señala.
Para Christian Suárez también es positivo que se sume una hora en la educación de los niños. Y afirma que el cambio no representa un inconveniente en su familia: “no habría problema porque normalmente uno sale a las 13 de trabajar y ellos a las 12, entonces, si empiezan a salir a las 13, no afectaría en nada”.
Tranquilidad
Lichtmajer no atinó más que a pedir tranquilidad a los padres y madres ante esta situación. “Estamos siempre muy atentos al papá y a la mamá, y les pedimos tranquilidad. Se va a trabajar en todo de tal forma que esto sea muy positivo, porque esto lo es”, dijo en un acto oficial durante la mañana de ayer.
“Lo primero que uno plantea es el apoyo la medida. Después lo que hacemos siempre es trabajar sobre cada idiosincracia porque no se trata sólo de la jurisdicción; dentro de cada provincia la realidad de las escuelas es distinta, y hay que tomar en cuenta eso, como en todas las políticas públicas que deben estar hechas de acuerdo a las características de las instituciones”, agregó.
Ministro: Lichtmajer expresó su “apoyo total” a la medida nacional
El ministro participó de un acto oficial esta mañana y dijo que apoya la medida de sumar una hora de clases diaria en todas las escuelas y colegios primarios de la provincia. “Tiene todo nuestro apoyo. Es una medida de justicia educativa y reduce la brecha (de desigualdad). Esto significa más educación”, aseguró el funcionario al ser consultado por la prensa.
Además, remarcó que a partir de su implementación la educación primaria pasará de tener cerca de 700 horas de clases anuales a más de 900 horas por año. “Esto equivale a 38 días más de clases”, dijo.
Por otro lado habló de un “cambio estructural” en la educación del país, algo que consideró como necesario: “es un cambio estructural muy saludable en el sistema educativo”.
En cuanto al salario de los docentes, que deberán invertir mayor tiempo a su trabajo, aclaró que se les pagará el proporcional que corresponda a las horas trabajadas.
Por último, explicó que cuando se reúnan los ministros de todo el país se definirá también el “plan jurisdiccional”, es decir, cómo se implementará esta extensión de la jornada escolar en cada provincia.
Gremios: ATEP espera a tener el proyecto oficial para opinar
David Toledo, secretario general de la Agremiación Tucumana de Educadores Provinciales (ATEP), indicó que, por el momento, sólo conoce la propuesta a través de “opiniones públicas”, debido a que no han recibido una comunicación oficial hasta el momento. Si bien sostuvo que la extensión horaria -o jornada completa- está prevista en la Ley Nacional de Educación, los detalles de la medida anunciada por el ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk, serán debatidos mañana, en el Consejo Federal de Educación (CFE).
“Para emitir opinión tenemos que conocer acabadamente cuál es el proyecto”, señaló Toledo. Remarcó, sin embargo, que el gremio va a “exigir que se garantice la infraestructura necesaria” para implementar este cambio, algo en lo que, según Lichtmajer, ya se está trabajando. “Teniendo en cuenta que hay escuelas ocupadas todo el día, algo deberían hacer al respecto”, apuntó.
“También es importante destacar que hay que ver el tema de la organización familiar, considerando que se altera todo -los padres y madres que trabajan, por ejemplo-, y tendrán que enviar antes o esperar después a sus hijos”, indicó. “Es fundamental que para todos llegue en igualdad de condiciones esta extensión horaria”, agregó, en relación a la situación económica del país.