El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov (foto), acusó a Occidente de intentar hacer fracasar las negociaciones entre Rusia y Ucrania alimentando la “histeria” sobre supuestos crímenes de guerra.
Kiev y Occidente dicen que hay pruebas -incluidas imágenes y testimonios recogidos por medios de comunicación y periodistas reconocidos internacionalmente- de que Rusia cometió crímenes de guerra en la ciudad ucraniana de Bucha. Moscú califica la acusación como una “monstruosa falsificación”.
Lavrov dijo, sin aportar pruebas, que Moscú creía que las acusaciones estaban programadas para hacer fracasar el proceso de negociación, después de lo que describió como un avance cuando los representantes ucranianos y rusos se reunieron en Turquía la semana pasada. “Nos inclinamos a pensar que el motivo es el deseo de encontrar un pretexto para romper las negociaciones”, sostuvo en un video publicado por el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso.
En una señal del abismo que existe entre las dos partes tras casi seis semanas de guerra, Lavrov insistió en la desmilitarización y “desnazificación” de Ucrania y en la protección de los rusoparlantes en ese país. Ucrania y los gobiernos occidentales afirmaron que las exigencias, presentadas por el presidente Vladimir Putin al comienzo de la invasión rusa, eran falsos pretextos para un ataque ilegal.
Lavrov sostiene que Ucrania ha intentado romper el proceso de negociación, después de que los medios de comunicación occidentales publicaron acusaciones de crímenes de guerra.
Rusia avanzó más ayer, cuando determinó que organizaciones de noticias de países que “discriminen” a los medios de comunicación rusos podrían ver cerradas sus operaciones de forma inmediata en el país, según un proyecto de ley que propuso una nueva comisión parlamentaria.
La medida -que el jefe de la comisión dijo que era una respuesta a las restricciones a los medios de comunicación favorables al Kremlin, como la agencia Sputnik y el canal de televisión RT- se suma a los desafíos que enfrentan los medios de comunicación extranjeros, ya bajo escrutinio por su cobertura de la guerra de Rusia en Ucrania.
“Creemos que las acciones inamistosas de los Estados extranjeros contra nuestros medios de comunicación, sea la prohibición o la restricción de la distribución de sus productos, deben recibir una respuesta rápida y simétrica”, dijo Vasili Piskarev, presidente de la Comisión para investigar la injerencia de Estados extranjeros en los asuntos internos de Rusia. (Reuters)