Adrián Coronel
LG Deportiva
Pasó en su momento que, gracias a la tecnología -en este caso, a la cámara de los celulares-, unos segundos de grabación se viralizaron por todas las redes. Esas imágenes llegaron a diferentes partes del mundo con un hecho que causó preocupación y rechazo. Pero así como aquella vez se mostró la malo (lo que generó sanciones por parte de la Unión de Rugby de Tucumán), también es importante ahora mostrar lo bueno. Porque en esta historia que comenzó con una pelea entre los chicos de las categorías M16 de Los Tarcos y de Lince hubo, al fin de cuentas, un lado positivo.
Buscando mirar hacia adelante y tratando de enmendar el error cometido, en el club del exaeropuerto se reunieron los protagonistas para hacer las pases. Es decir, dejar en el pasado lo que sucedió el sábado 26 de marzo,
En un clima de suma armonía, los chicos compartieron una cena, con hamburguesas y gaseosa de por medio. Chistes van, chistes vienen, todo se dio como que nunca hubiese pasado nada. Y así debe ser.
Estuvieron presentes Marcelo Pasqualini y Jorge Juárez Chico, presidentes de Los Tarcos y Lince, respectivamente. Ambos acordaron que trabajarán en la contención de los chicos (estarán 80 días sin poder jugar por la sanción impuesta por el Tribunal Inferior de Disciplina de la URT), con la idea de que lo sucedido sea sólo un hecho aislado, producto del mismo juego. Además, decidieron que colaboren haciendo tareas comunitarias. “El rugby es solidaridad y compañerismo. Vamos a continuar con la tarea de seguir enseñándoles”, comentó Juárez Chico. Por su parte, Pasqualini aseguró que fue un hecho aislado. “El rugby es un deporte de contacto. Vamos a trabajar entre todos los clubes para que esto no vuelva a suceder. La violencia no puede ser un hecho constante”.
Maximiliano, capitán de Los Tarcos dijo que “lo que se vio en las imágenes no demuestra los valores que nos enseñan desde este deporte. No quisiéramos que se repita. Nos dimos cuenta de que no estuvimos bien y estamos arrepentidos. Nos reunimos para demostrar que la amistad es el eje principal de este deporte”. Mientras que Federico, de Lince, comentó que hicieron autocrítica, “porque el rugby no es así. En un deporte con muchos valores y compañerismo. Lo que hicimos con esta juntada es la verdadera cara del juego, no lo que pasó ese día en la cancha”.
Los protagonistas sostuvieron que sólo fueron las circunstancias del juego los que los llevaron a reaccionar de una manera, que no quisieron. Se les fue de las manos sin pensarlo.
Quizás fue duro el castigo para estos chicos que están en pleno desarrollo, a los cuales se los debe acompañar. Pero lo hecho, hecho está. De los errores se aprende. Y así lo entendieron todos.