Según la medición oficial (EPH-INDEC), la pobreza alcanzó al 27,9% de los hogares y 37,3% de la población en el segundo semestre del 2021. Dentro de ese grupo, un 6,1% de hogares y un 8,2% de población se encontraban en situación de indigencia.
El gobierno nacional destacó este dato: la pobreza bajo de 40,6% a 37,3% y la indigencia bajó a un dígito, alcanzando el 8,2%. La tasa de indigencia se redujo hasta el 8,2% de la población, cayendo -2,5 p.p. semestral y -2,3 p.p. interanual.
En el segundo semestre de 2021 salieron de la pobreza 920,4 mil personas respecto al semestre anterior y 1.194,6 mil respecto al segundo semestre de 2020.
El equipo de Investigadores del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA analizó los datos del Indec. Según estos especialistas, son tres los factores asociados a los cambios en los niveles de pobreza.
Uno de esos factores es lo que ellos denominan una etapa de transición hacia el postCovid-19: fue un contexto de fuerte recuperación económica, en la que tuvo lugar un aumento de la demanda de empleo -tanto en sectores asalariados como no asalariados, formales e informales -recuperando en algunos sectores los niveles previos a la crisis.
Otro factor es que si bien se registran caídas en el ingreso real debido a los altos índices de inflación, éstos son compensados con más empleo y un incremento de las horas de trabajo. Para no caer en la pobreza, los argentinos intentan trabajar más.
El tercer factor es la inversión pública. "Parece impactar en materia de empleo y acceso a bienes de infraestructura social, junto con una mayor demanda de trabajo en sectores pobres formales y en el sector informal-precarizado de subsistencia", señalan.