Tras una serie de allanamientos en distintos puntos del Gran San Miguel, continúa la búsqueda en la provincia de un ciudadano boliviano, de unos 35 años e identificado como R.Z.T., víctima de un posible secuestro extorsivo.
Con el paso de los días, se conocieron datos de la investigación iniciada en La Quiaca, en Jujuy, a partir de una denuncia realizada por la familia, oriunda de Cochabamba, ante la Policía Federal (PFA). El viernes 18 pasado, el padre señaló que su hijo había sido secuestrado. En ese momento, se conocieron videos y fotos que ponía en conocimiento del secuestro de un hombre mayor de edad. Además, se pedía una alta suma de dinero en dólares norteamericanos por la liberación.
Según pudo conocer LA GACETA, el joven había ingresado a Argentina desde Bolivia por el paso fronterizo La Quiaca- Villazón, dos días antes. Tenía previsto pasar por Jujuy y llegar a Tucumán ese viernes por la noche, aunque no se dieron a conocer de manera oficial los motivos del viaje.
El caso arribó a tribunales federales de Tucumán el lunes 21. La Fiscalía señaló hoy que en ese momento se había ordenado el traslado del denunciante hasta esta Tucumán para seguir de cerca la investigación. El familiar recibió aquí la asistencia de un equipo del Ministerio de Desarrollo Social tucumano.
Primero, la investigación se centró en la identificación de los secuestradores. Para ello, llegaron a Tucumán agentes de la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos de la Procuración General de la Nación, y del Departamento Antisecuestro Norte de la Policía Federal (PFA), que se unieron al equipo de la Unidad Operativa de Investigaciones Especiales Tucumán. A la vez, el cuerpo de la Dirección de Género y Trata de Personas de la Policía local se encargó de relevar hospitales y terminales de transporte de pasajeros de la capital.
Con el paso de la pesquisa, se sumó el Departamento de Inteligencia Criminal de la fuerza de seguridad tucumana, que en el transcurso de 12 horas confirmó la ubicación de los responsables, de acuerdo al informe de la Fiscalía Federal.
Entre el miércoles 23 y el jueves 24, más de 150 oficiales federales y uniformados tucumanos concretaron ocho allanamientos en diferentes barrios del Gran San Miguel. “Hubo un enorme aporte de recursos, con intervención de Digedrop, numerosos móviles de 911, Grupo GEAM y GOM de motoristas, Patrulla Urbana y grupos de infantería de las cinco Unidades Regionales”, remarcó el informe.
Sin embargo, el operativo se concentró en el barrio donde residían los principales sospechosos del secuestro de R.Z.T.: 447 Viviendas, en Las Talitas. Un centenar de oficiales y una veintena de vehículos ingresaron ese miércoles por la noche a cuatro casas del vecindario y detuvieron a cinco integrantes de una familia (tres hombres y dos mujeres). Dos de ellos serían señalados en la investigación como los principales sospechosos.
Como resultado de las actuaciones oficiales, se pudo reunir evidencias que “ubicarían a los sospechosos en el lugar de cautiverio (violento) de la víctima, su conocimiento y participación en el hecho, como también material estupefaciente”. Se secuestraron cocaína, dinero en efectivo, celulares, un taladro y otros elementos que podrían haber sido utilizados contra la víctima; mientras que peritos de la Policía Científica habrían levantado muestras de sangre en uno de los hogares allanados y en un vehículo.
En estas últimas jornadas hubo nuevos procedimientos por la búsqueda de R.Z.T., como allanamientos y detenciones. Hoy, por ejemplo, se llevó adelante un rastrillaje con la perra de la Policía, Wanda, en el mismo vecindario. Es que entre los investigadores no descartan ninguna hipótesis sobre lo que le podría haber ocurrido al ciudadano boliviano y las razones de su arribo a Tucumán, como una probable vinculación con la droga.
Por último, se dio intervención a Interpol (Organización Internacional de Policía Criminal), al consulado del Estado Plurinacional de Bolivia en Salta y otros organismos públicos que continúan interviniendo en la búsqueda.