Los negociadores de Ucrania y de Rusia se reunieron este martes, en Turquía, para mantener las primeras conversaciones cara a cara en casi tres semanas, en busca de una tregua y luego de un más de mes de guerra por la invasión ordenada por Vladimir Putin.
El presidente turco, Tayyip Erdogan, recibió a las delegaciones de ambos lados en un palacio de Estambul y dijo que "detener esta tragedia" dependía de ellos. La televisión ucraniana informó que las conversaciones habían comenzado con "una fría bienvenida" y "sin un apretón de manos", consignó la agencia Reuters.
Ucrania y Estados Unidos tienen pocas esperanzas de un avance inmediato. Pero la reanudación de las conversaciones cara a cara es un primer paso importante hacia un alto el fuego, en una invasión rusa que está estancada en la mayoría de los frentes, pero que inflige un sufrimiento horrible a los civiles atrapados en las ciudades sitiadas.
Más de un mes después del inicio de la guerra, el mayor ataque contra una nación europea desde la Segunda Guerra Mundial, más de 3,8 millones de personas han huido al extranjero, miles han muerto o sufrieron heridas, y la economía de Rusia se ha visto afectada por las sanciones dispuestas por las potencias de Occidente.
En la ciudad portuaria sureña de Mariupol, sitiada por las fuerzas rusas desde los primeros días de la guerra, han muerto casi 5.000 personas, incluidos unos 210 niños.
Sin embargo, en otros lugares, las fuerzas ucranianas han logrado avances en los últimos días, recuperando territorio de las tropas rusas en las afueras de Kiev, en el noreste y en el sur, ya que la invasión de Moscú se ha estancado ante una fuerte resistencia.
Las expectativas "de mínima" y "de máxima"
El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, dijo sobre las conversaciones en Turquía: "No estamos intercambiando personas, tierras o soberanía".
"El programa mínimo serán las cuestiones humanitarias, y el programa máximo será llegar a un acuerdo de cese al fuego", indicó en televisión nacional.
El ministro de Defensa de Rusia, Sergei Shoigu, afirmó que Rusia había completado en gran medida la primera fase de su asalto militar, había degradado las capacidades militares de Ucrania y ahora se concentraría en las áreas reclamadas por los separatistas en el sureste.
Moscú hizo una declaración similar a fines de la semana pasada, interpretada en Occidente como una señal de que estaba renunciando a los objetivos iniciales de derrocar al gobierno en Kiev después de no poder apoderarse de la capital.
Rusia llama a su misión una "operación especial" para desarmar y "desnazificar" a Ucrania. Occidente dice que lanzó una invasión no provocada y acusa a Putin de perpetrar crímenes de guerra contra el pueblo ucraniano. (Reuters)