Según médicos alemanes el oligarca ruso Roman Abramovich y dos negociadores ucranianos fueron envenenados, aunque quienes perpetraron el hecho no tenían la intensión de asesinarlos. El objetivo era dejar una advertencia. El hecho ocurrió después de una reunión en la capital ucraniana este mes, cuando el multimillonario propietario del club de fútbol inglés Chelsea y al menos dos altos funcionarios del equipo negociador ucraniano “desarrollaron síntomas”: ojos enrojecidos y llorosos, descamación de la cara y las manos. Abramovich incluso llegó a perder la visión por varias horas.
La investigación sobre el envenenamiento fue llevada acabo por el periodista Christo Grozev, quien trabaja en el portal alemán Bellingcat. “No tenían la intención de matar, solo era una advertencia”, dijo Grozev.
Las fuentes del diario hablaron de un posible envenenamiento y de presuntos partidarios de la línea dura en Moscú que, según dicen, quieren sabotear las conversaciones destinadas a poner fin a la guerra en Ucrania.
El estado de salud de Abramovich finalmente mejoró y volvió a Kiev para participar en la siguiente ronda de negociaciones. El martes comienza en Estambul la cuarta ronda de contactos informales entre las delegaciones rusa y ucraniana.