Ucrania y Rusia se preparan para retomar las primeras conversaciones de paz cara a cara. En este marco, Kiev insistió en que no haría concesiones sobre la integridad territorial del país que preside Volodimir Zelensky.
Los funcionarios ucranianos minimizaron las expectativas respecto a las posibilidades de un gran avance en las negociaciones por una tregua, antes de las audiencias que se realizarán en Estambul después de que el mandatario turco, Tayyip Erdogan, hablara con el ruso Vladimir Putin el domingo.
Pero el hecho de que las negociaciones se llevaran a cabo en persona, por primera vez desde una reunión enconada entre ministros de Relaciones Exteriores el 10 de marzo, fue una señal de cambios detrás de escena, a medida que la invasión de Rusia se empantana y no logra penetrar en Kiev ni en otras de las ciudades más grandes de Ucrania.
Al margen del estancamiento de las tropas rusas, no hay señales de respiro para los civiles en las ciudades sitiadas, especialmente en el devastado puerto de Mariupol, cuyo alcalde dijo que 160.000 personas seguían atrapadas en el interior y acusó al Kremlin de hacer imposible su evacuación.
Un alto funcionario turco dijo que las conversaciones de Estambul comenzarían este lunes; sin embargo, en Moscú advirtieron más tarde que probablemente no comenzarían sino hasta el martes, aunque se agregó que era importante que se llevaran a cabo "cara a cara", a pesar del escaso progreso en las negociaciones hasta el momento.
Mykhailo Podolyak, jefe de la delegación ucraniana, afirmó a Reuters que la hora de inicio dependía de cuándo pudieran llegar las delegaciones.
Los funcionarios ucranianos han sugerido repetidamente en las últimas semanas que creen que Rusia ahora podría estar más dispuesta a comprometerse, ya que cualquier esperanza que Moscú pudiera haber tenido de imponer un nuevo gobierno en Kiev se desvaneció ante la dura resistencia ucraniana y las grandes pérdidas rusas.
El ejército de Rusia señaló la semana pasada que estaba cambiando su enfoque militar, para concentrarse en la expansión del territorio controlado por los separatistas en el este de Ucrania, un mes después de haber destinado la mayor parte de su enorme fuerza de invasión a un asalto fallido en Kiev.
Cuando las partes se reunieron en persona por última vez, Ucrania acusó al ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, de ignorar sus súplicas de discutir un alto el fuego, mientras que Lavrov advirtió que el cese de los combates ni siquiera estaba en la agenda.
Desde entonces, se han reunido repetidamente a través de un enlace de video, en lugar de cara a cara. Ambas partes han discutido públicamente el progreso de una fórmula diplomática bajo la cual Ucrania podría aceptar algún tipo de estatus neutral formal. Pero ninguno ha cedido ante las demandas territoriales de Rusia, incluida Crimea, que Moscú capturó y anexó en 2014, y los territorios orientales conocidos como Donbass, que Moscú exige que Kiev ceda a los separatistas.
"No creo que haya ningún avance en los temas principales", afirmó el lunes el asesor del Ministerio del Interior de Ucrania, Vadym Denysenko.
En una entrevista con periodistas rusos el fin de semana, el presidente ucraniano Volodimir Zelensky mencionó alguna forma de "compromiso" que involucra a Donbass, aunque no sugirió que esto podría implicar la cesión del territorio. En sus últimos comentarios de la noche a la mañana, dejó en claro que la "integridad territorial" seguía siendo la prioridad de Kiev en las conversaciones. (Reuters)