El mundo del espectáculo hoy llora la muerte de un gran humorista. Enrique Pinti falleció a los 82 años. Estuvo internado desde principios de marzo y aunque su estado había mejorado semanas atrás, tenía enfermedades de base que complicaron su situación.
Si bien Pinti se consagró a lo largo de toda su trayectora, “Salsa criolla” será la obra emblema que definió al humorista como un verdadero capocómico. La obra se estrenó el 15 de marzo de 1985, con texto, letras, dirección y protagónico del propio Pinti. Se consolidó como un éxito en el instante de su estreno y sumó alrededor de 3.000 representaciones a lo largo de nueve temporadas. Hubo premios, halagos, ocho funciones semanales con localidades agotadas y más de 3 millones de espectadores. La figura de Enrique Pinti ya era estelar pero con esta obra alcanzaría la gloria y marcaría al teatro nacional para siempre.
Tiempo atrás, el humorista contó cómo nació Salsa criolla. Con “Pan y circo” (1982), aún en tiempos de gobierno militar, de alguna manera forjó un borrador de lo que sería la famosa obra. “A raíz de la dictadura, todavía no me había atrevido a contar la historia argentina. Ya tenía los esquemas bien armados y entonces me animé a contarla. Así nace Salsa criolla”.
Este musical humorístico comenzaba con un monólogo político, continuaba con una personificación de Cristóbal Colón y la Reina Isabel La Católica (encarnada por él mismo) y luego múltiples escenas que irían ilustrando la historia vinculada con algún cuadro musical ilustrativo o alegórico.
“Finalmente llegábamos a la Primera Guerra Mundial, yo hacía de soldado. En realidad un boludo al que lo mandaban a todas las guerras y él iba. A la Primera, a la Segunda, a la de Vietnam, a la de Corea; el pobre cuando llega la bomba atómica de Hiroshima y Nagasaki, dice que no, que se vayan a la mierda que no va más, que vaya su madre. Y ahí venía el paraíso. Llegaba un ángel que era yo, que había visto todo desde arriba. Mi ángel no tenía alas, como el ángel de Qué bello es vivir. Y narraba el fin del mundo, que después de tanta guerra el mundo se había ido a la mierda en el año 3013. No quedaba nada del viejo mundo pero quedaba la esperanza de poderlo rearmar y terminaba con la canción de los artistas, que se estrenó en Salsa criolla, y decía que lo único que iba a quedar era lo que habían hecho los artistas porque el arte es inmortal”, contó Pinti en aquella ocasión.
Por su parte, Cipe Fridman, su mano derecha, habló sobre el secreto del éxito de su obra. “El éxito de Salsa criolla se debió en gran medida al último monólogo porque la gente iba a ver la obra una vez por año para escuchar lo que Pinti iba agregando y actualizando a medida que la realidad cambiaba”, aseguró.
También Claudio Mariani, ex jefe de sala de El Nacional y productor televisivo, habló sobre Pinti. “Era maravilloso. El 98 por ciento de las dos horas que duraba la función, él estaba hablando. Pero estaba atento a todo, no sé cómo hacía. Desde el escenario nos hacía señas de cosas que pasaban en la platea o se divertía con lo que hacíamos en los costados del escenario. Estaba pendiente de todo. Mientras iba hablando daba a entender otras cosas y jamás se perdía en sus textos. Un artista prodigioso, admirable”, describió.