En el contexto de su reciente declaración de guerra contra la inflación, anunciada el viernes de la semana pasada, el Gobierno nacional implementó una serie de medidas. Casi inmediatamente, distintas organizaciones salieron a cuestionar estas decisiones.
“Con más controles de precios y mercados intervenidos habrá más inflación”, consideraron los dirigentes de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), que se pronunciaron mediante un comunicado.
Afirmaron, además, que la política antiinflacionaria sólo logra, paradójicamente, generar inflación reprimida. “Los nuevos anuncios y medidas de suba de derechos de exportación a harinas y aceites de soja, fideicomiso del trigo -un aumento de retención encubierto-, retrotraer precios de alimentos a febrero y precios cuidados que desincentivan la oferta, generan desabastecimiento recurrente”, manifestaron.
Agregaron que a esta situación se suma la suba del precio internacional del gas y del petróleo, y su impacto en los precios de los combustibles internos, de los insumos y de la estructura de costos de la mayoría de las producciones.
“A la posible escasez de gas en los próximos meses, debido a la guerra en Ucrania, con la eventual restricción de gas para la industria, se debe considerar el atraso de tarifas de servicios públicos y de transporte -este, con inequidades regionales evidentes a favor de Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA)”, criticaron los dirigentes de CRA.
Consideraron, luego, que todos estos factores aumentarán la inflación. “Hace 20 años que los productores y los trabajadores soportamos una economía con controles de precios, intervenciones en los mercados, con el resultado de inflación creciente”, dijeron, y citaron un informe realizado por Ernesto O’Connor, responsable del Departamento Económico de CRA.
“El acuerdo con el Fondo Momentario Internacional (FMI) no es un plan económico suficiente. Resulta imprescindible implementar un plan antiinflacionario integral”, finalizaron los ruralistas.