“Los vecinos ya no nos sorprende nada de lo que suceda en esta zona durante todo el día”, se quejó Julián Callejas. “En barrio Sur pasan muchas cosas y no estamos tan lejos de la plaza Independencia. No quiero pensar cómo vive la gente fuera de las cuatro avenidas. Me enteré de lo que le sucedió a la joven y me da mucha vergüenza. Los vagos están muy zarpados”, añadió.
Justina Medina, pareja del joven, explicó que en la zona, de vez en cuando se produce algún arrebato, pero nunca había escuchado que se haya producido un ataque como el que sufrió esta chica. “La verdad es que no entiendo a los tucumanos. Hay cuestiones que no se entienden. El otro día fuimos noticia a nivel nacional por el robo al no vidente y ahora esto”, razonó. “La verdad es que no puedo creer que existan tipos que hagan esto a plena luz del día en unas cuadras que tienen movimiento. Evidentemente que lo hizo porque se siente impune”, agregó en una entrevista con LA GACETA.
“Mi mamá me contó lo que le pasó a la chica. Ella no vio nada, pero se puso a ver por la ventana porque escuchó los gritos de la chica”, explicó María Teresa Ramírez. “Se quedó sorprendida por lo que hizo el gordito, pero lo que más le llamó la atención fue que en esos momentos había varios jóvenes en la cuadra y nadie la ayudó a la joven. ¿Qué les pasa a los hombres?”, se preguntó la estudiante universitaria.
Juan Carlos Jiménez opinó que este caso excede a la cuestión de género. “Atacar a una joven así no es cosa de hombres, es una cuestión de una persona que no está bien de la cabeza. Ojalá reciba el castigo que se merece. Aplausos para la chica que lo denunció, aunque tendría que haberlo hecho desde un primer momento, no después de haberlo publicado en las redes sociales”, opinó.