Aún perduran en nuestra memoria Hiroshima y Nagasaki, dos ciudades japonesas arrasadas por bombas atómicas, en las que quienes por milagro pudieron sobrevivir quedaron con secuelas. Ahora escuchamos al psicópata ruso amenazar con una guerra nuclear. Todos comprendemos que una guerra total, que involucraría al mundo, pondrá el foco en que será Rusia el país más atacado, con los resultados nefastos y trágicos para ese país y para la humanidad. Después de amenazar a Suecia y a Finlandia, por si acaso decidieran pertenecer a la OTAN, como a todos los países que provean de armas a Ucrania, hoy atacada por el ejército ruso, Putin, ex integrante de la KGB que pronto va a cumplir 22 años al frente de su dictadura, trata de demostrar el poderío militar mientras el pueblo ruso está sometido al escarnio devenido de toda dictadura. Las medidas que tomaron distintos países, en lo que hace a medidas económicas, más el bloqueo de fondos en distintos bancos y países, más los cientos de fábricas que han dejado de operar, implicarán en un futuro no lejano miles de manos de obra ociosas. Esto que está impulsando el tirano Putin, para Rusia y ante el mundo, es una historia que recién comienza.
Héctor Leonardo Bravo