MOSCÚ, Rusia/LONDRES, Gran Bretaña.- La sola mención de que Rusia valora el uso de armas nucleares, aunque solo sea en situación extrema, basta para disparar todas las alarmas en Europa y en Estados Unidos.
Las declaraciones del portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, agitaron ese temor, cuando dijo que Rusia sólo utilizaría armas nucleares si su propia existencia se viera amenazada, según lo citó la agencia de noticias Tass.
El comentario, casi cuatro semanas después de que Rusia enviara sus fuerzas a Ucrania, se produjo en un contexto de preocupación de Occidente de que el conflicto podría escalar a una guerra nuclear.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó el mes pasado que las fuerzas nucleares rusas se pusieran en alerta máxima. En línea con la orden, el Ministerio de Defensa de Rusia dijo el 28 de febrero que sus fuerzas de misiles nucleares y las flotas del Norte y del Pacífico habían sido puestas en servicio de combate reforzado, informó la agencia Interfax.
El uso de este tipo de armamento parecía, hasta ahora, casi descartado, a pesar de contar Rusia con una importante cantidad. También las tiene, en menor medida, Estados Unidos. En ambos casos, son menos destructivas que sus antecesoras, con una fracción de la fuerza de la bomba lanzada sobre Hiroshima en 1945. Pero la preocupación respecto de su uso no se desvanece.
“La perspectiva de un conflicto nuclear, antes impensable, vuelve a estar dentro del ámbito de lo posible”, dijo el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, el 14 de marzo.
“Las posibilidades son bajas, pero van en aumento”, analizó Ulrich Kühn, experto nuclear de la Universidad de Hamburgo, en una entrevista con el diario estadounidense “The New York Times”. “La guerra no va bien para los rusos y la presión de Occidente está aumentando”, explica Kühn. De esta forma, la guerra convencional podría pasar a una nuclear a base de pequeñas bombas o en zonas deshabitadas de Ucrania, para paliar las pérdidas.
El director de la Agencia de Inteligencia de Defensa de Estados Unidos, teniente general Scott D. Berrier, aseguró que hay que considerar la posibilidad de que Moscú recurra “cada vez más a su disuasión nuclear para señalar a Occidente y proyectar su fuerza”.
Mientras se maneja la guerra nuclear como una amenaza lejana, otro peligro, real y presente se hace sentir en Ucrania: el de un ataque con armas químicas.
Ayer, Rusia, Estados Unidos y Reino Unido intercambiaron acusaciones durante una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre el tema, pero ninguno aportó pruebas para respaldar sus preocupaciones.
Moscú culpa por una fuga de amoníaco en la ciudad de Sumy a “grupos nacionalistas radicales ucranianos”, acusación que rechazan Londres y Washington.
El embajador adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitri Polyanskiy, dijo que “nunca han planeado ni llevado a cabo ataques contra ninguna instalación ucraniana donde se almacenen o produzcan sustancias tóxicas”.
“Está claro que las autoridades nacionalistas ucranianas, alentadas por los países occidentales, no se detendrán ante nada para intimidar a su propio pueblo y montar ataques para acusar a Rusia”, sostuvo Polyanskiy.
Es la tercera vez que Rusia plantea la cuestión de las armas biológicas o químicas desde que, el 24 de febrero, inició lo que denomina una “operación militar especial” para “desnazificar” a Ucrania. Los países de la alianza atlántica y Ucrania lo rechazan como un falso pretexto para invadir un país democrático.
“Es difícil no llegar a la conclusión -dado su historial en el Reino Unido, en Rusia contra Alexei Navalny, dado lo que hemos visto en Siria- de que esto bien podría ser un preludio para que los propios rusos creen algún tipo de ataque ‘de bandera falsa’”, dijo la embajadora británica ante la ONU, Barbara Woodward.
La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, desestimó las acusaciones de Rusia como “ridículas” “Nuestra preocupación es que esto sea un precursor de los planes de Rusia para utilizar armas químicas”, señaló.
Un responsable de defensa estadounidense dijo que Estados Unidos no ha visto ningún indicio concreto de un inminente ataque ruso con armas químicas o biológicas en Ucrania pero destacó que se está vigilando de cerca la información. (Reuters-Especial)