La Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (Faecys) dio inicio esta semana a las paritarias para el período 2022-23, y fue el primero de los sindicatos de peso del país en poner sobre la mesa de negociaciones las revisiones salariales trimestrales "como consecuencia de la escalada" de precios.
La estrategia del gremio coincide con el lanzamiento por parte del Gobierno nacional de la "guerra contra la inflación", que incluye una serie de medidas -como controles de precios y sanciones- para tratar de contener los incrementos en los bienes de consumo.
Armando Cavalieri, secretario general de Faecys, aseveró a través de un comunicado que, “por la vía del diálogo como herramienta superadora, y de una discusión madura, se iniciaron las negociaciones para defender el salario de los afiliados y contrapesar el flagelo inflacionario que golpea de lleno el bolsillo”.
En las charlas con representantes de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), la Confederación de la Mediana Empresa (CAME) y la Unión de Entidades Comerciales (Udeca), se plantearon estrategias para “neutralizar la escalada inflacionaria y el elevado aumento de la canasta básica”.
El dirigente gremial sostuvo que los indicadores y las variables evaluadas por el sindicato “fueron determinantes para la discusión del nuevo convenio salarial”. Y remarcó que “las consecuencias de la aceleración de precios durante los últimos meses proporcionó datos alarmantes y, a partir de esos parámetros, se adoptó la decisión de generar acuerdos más cortos, es decir, del orden trimestral”.
Esta es una herramienta poco habitual en los acuerdos salariales en el país, sobre todo, entre los gremios de peso.
Hasta el momento, sólo el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor había avanzado en ese sentido, aunque se trata de una unión obrera que nuclea un número significativamente menor de afiliados.
El drama de la inflación preocupa al Gobierno nacional, que busca estrategias para tratar de frenar la escalada de precios en la Argentina.
Una de las ideas es que el tope salarial para las negociaciones de 2022 ronde el 45%; sin embargo, los datos aportados por el Indec y por consultoras privadas dan cuenta de que la inflación en este ejercicio podría rondar entre el 50% y el 60%.