21 Marzo 2022
PEKÍN, China.- Las autoridades de China anunciaron un endurecimiento de las medidas de confinamiento en el noreste del país, justo cuando la metrópoli sureña de Shenzhen se preparaba para levantar sus restricciones.
El país registró ayer 4.053 nuevos casos de covid, dos tercios de ellos en Jilin, provincia fronteriza con Corea del Norte y Rusia.
Los habitantes de la ciudad homónima de Jilin, de 4,5 millones de habitantes, no podrán salir de sus viviendas durante tres días a partir de la medianoche del lunes, precisó la alcaldía.
La ciudad de Changchun, confinada desde inicios del mes, anunció por su parte que endurecerá sus medidas durante tres días y ahora sólo podrán salir el personal médico y otras personas vinculadas con la pandemia.
Desde inicios del confinamiento el 11 de marzo, los 9 millones de habitantes de Changchun podían salir una vez cada dos días para comprar comida.
Hace una semana, la metrópolis tecnológica de Shenzhen, situada a las puertas de Hong Kong, confinó a sus 17,5 millones de habitantes. Estas medidas provocaron el cierre de numerosas fábricas en la ciudad, entre ellas la del gigante taiwanés Foxconn, el principal proveedor de Apple. Además, las autoridades aéreas dispusieron que decenas de vuelos internos desde los aeropuertos de Pekín y Shanghai fueran cancelados.
La ciudad sureña, que alberga miles de fábricas de grandes nombres de la tecnología, ya habia levantado parcialmente algunas restricciones.
Esta previsto que el transporte público se reanude plenamente a partir de hoy, así como las administraciones y parte de la actividad económica, afirmaron el domingo autoridades sanitarias.
China, donde el coronavirus se detectó por primera vez a finales de 2019, había logrado contener en gran medida la pandemia utilizando estrictas medidas de confinamiento desde principios de 2020, pero la variante ómicron ha causado numerosos brotes en todo el país en los últimos meses.
Las nuevas medidas se dan luego de que China registró el sábado sus dos primeras muertes por covid-19 en más de un año.
Durante la última semana, China concreto en total el aislamiento de alrededor de 30 millones de ciudadanos de 13 localidades, confinados para ser analizados, mientras se suspendieron vuelos dentro y fuera del país, recortaron horarios de circulación y prohibieron temporalmente la apertura de fábricas.
Los confinamientos masivos fueron, hasta el momento, la única medida que le dio a ese país resultados positivos a la hora de detener el virus. En tanto, el ministerio de Salud chino corre contrarreloj y realiza testeos masivos a una escala que no se había visto desde el inicio de la pandemia.
Ese fue el modo con que el gobierno consiguió contener las infecciones después de la primera ola nacida a finales de 2019 en la ciudad de Wuhan. No obstante, el país enfrentó recientemente múltiples brotes vinculados a la llegada de la variante Ómicron.
Las cifras son pequeñas si se comparan con las de otros países, pero bajo la estrategia china de “cero covid” hasta el brote mínimo es enfrentado con medidas severas. Por eso, ante el nuevo escenario, al menos 13 ciudades chinas enfrentan confinamientos totales y varias otras tienen cierres parciales.
“El reciente brote y las nuevas restricciones, en particular el confinamiento en Shenzhen, pesarán sobre el consumo y causarán interrupciones en el abastecimiento a corto plazo”, comentó el analista Tommy Wu, de Oxford Economics. Será un desafío para China alcanzar su meta oficial de crecimiento económico de 5,5% para este año.
Lo más popular
