Utilizar el arte como método terapéutico

Tanto para el profesional como para el paciente, la búsqueda de respuestas configura un paso importante para alcanzar la salud y el equilibrio mental. Es allí donde nace la necesidad de contar con múltiples herramientas que ayuden a este proceso de sanación, y donde la arteterapia ocupa un lugar significativo. Se trata de un método que utiliza el arte -en cualquiera de sus expresiones- como una forma de expresión que va más allá del lenguaje cotidiano y lo sumerge en el tratamiento terapéutico.

“La arteterapia es un campo profesional donde se trabaja a partir de lenguajes artísticos y del proceso creativo para la exploración con objetivos terapéuticos”, explicó Emilia Giaileola, licenciada en Artes Plásticas y máster en Arteterapia. En Argentina, esta práctica no cuenta con autonomía propia, por lo que funciona como una formación profesional adicional al título de base terciaria o universitaria dentro del campo de la salud, la educación o el arte. Es decir, aun cuando no se otorga el título de arteterapeuta, la práctica y la adquisición de los conocimientos resulta muy útil para complementar el trabajo profesional. “En ese marco damos la especialización profesional como herramienta para que complemente otros campos, para trabajar en abordajes preventivos, de tratamiento, rehabilitación o simplemente en espacios de desarrollo profesional”, detalló. Desde 2019 la licenciada está a cargo del dictado de la Formación de Arteterapia en el Museo UNT.

En una primera impresión, se puede confundir la arteterapia con actividades recreativas como dibujar o pintar, pero se trata de un “espacio disciplinar concreto” ya que configura una construcción conceptual sostenida en prácticas con objetivos terapéuticos y de introspección. “No es que se utiliza el arte como forma de recreación, de diversión, o para olvidarse de lo que a uno le está pasando. Es una herramienta introspectiva, una manera de poder procesar y pensar en una situación concreta”, manifestó Giaileola. En este marco, la base de este tipo de terapias es la metáfora que brinda la creación artística de la persona.

“Lo que se hace es trabajar en la resolución de conflictos, en descubrir herramientas simbólicas y cómo esas herramientas luego pueden trasladarse a su vida cotidiana”, sostuvo la profesional.

En definitiva, se trata de una práctica que puede ser utilizada en múltiples áreas, no tan solo en un consultorio terapéutico. “Lo utilizan psicólogos o psiquiatras como parte de su abordaje en la clínica, para trabajos comunitarios donde la persona o grupo trabaja en los aspectos que les genera malestar. También en ámbitos empresariales o en el área educativa en relación a la integración escolar, el bullying o alguna problemática puntual como el desarrollo emocional y la potenciación del saber”, detalló.

A diferencia del lenguaje verbal, el lenguaje artístico ofrece la posibilidad de crear signos más auténticos por su conexión con los sentimientos y emociones. “El lenguaje verbal está compuesto por una serie de signos que no inventamos nosotros, siempre ponemos algo de lo propio pero de alguna manera el elemento expresivo es ajeno. En cambio, en la expresión artística las materias primas con la que producimos son las sensaciones y percepciones que construimos a través de nuestras experiencias, que también tienen que ver con la mirada de cada persona”, apuntó la licenciada. De esta manera, se crea un discurso más cercano y propio, donde la persona puede comunicarse en un diálogo consigo misma desde la confección de signos. “El espacio de creación artística es un espacio potencialmente muy positivo, donde nos permitimos jugar, soltarnos de las convicciones y del deber ser. Eso habilita nuevas preguntas, nuevas respuestas y posibilidades más amplias de reflexión”, agregó.

Además, la arteterapia permite la utilización de recursos de todos los lenguajes artísticos. Hay cuatro lenguajes generales: el plástico visual, el literario, el sonoro musical y el lenguaje escénico. Todos ellos integran las disciplinas de música, teatro, danza, artes plásticas, entre otros. “No hablamos de disciplinas porque nosotros no trabajamos las técnicas concretamente, sino que la idea es usar herramientas y trabajar ese recurso dentro de un lenguaje artístico”, explicó. (Producción periodística: Bárbara Nieva).

Formación: programa emergente en extensión

Se trata de un programa emergente organizado por la Secretaría de Extensión de la UNT, a través del Museo UNT y a cargo de la licenciada Emilia Giaileola y el espacio Patio Tierra.

Desde 2019 se lleva a cabo la Formación Profesional en Arteterapia con la participación de alumnos del NOA, y este año dio inicio el 5 de marzo.

“El objetivo de esta propuesta es generar un espacio de aprendizaje y de investigación, desde el cual puedan nacer proyectos concretos de intervención para trabajar en favor del bienestar de las personas, desde instancias públicas y privadas”, fue lo que se publicó en la página web de Medios UNT. Consiste en una formación de un año con certificación privada que no acredita a la persona como arteterapeuta.