El tratamiento en el Congreso de la Nación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por la refinanciación de la deuda externa hizo estallar la interna en el Frente de Todos (FdT).
En sintonía con lo que había sucedido la semana pasada en la Cámara de Diputados, este jueves, en el Senado, los 13 votos en contra que recibió el proyecto de ley fueron emitidos por legisladores y legisladoras alineados a la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner.
Pese a este rechazo, el aval del sector afín a Alberto Fernández y de los bloques de la oposición alcanzó para que la iniciativa fuera aprobada.
Tras el debate, poco antes de la medianoche, senadores "k" dieron a conocer un documento de ocho páginas en el que fundamentan su postura ante el entendimiento con el Fondo.
El texto, titulado "Crecer para pagar, ¿es posible este pacto?", comienza con una cita de Néstor Kirchner, "los muertos no pagan las deudas".
"En el presente documento pretendemos, desde nuestra ‘verdad relativa’ y conscientes de la enorme responsabilidad y el alto honor de ser representantes de las provincias argentinas en este Congreso de la Nación Argentina, ofrecer de manera lo más clara posible los argumentos de nuestro voto", expresa el párrafo inicial del texto, que fue compartido por distintos senadores kirchneristas en sus redes sociales.
El comunicado conjunto recuerda "el pensamiento y la acción" del expresidente Néstor Kirchner ante los compromisos con el organismo financiero, en 2005. "Quieren hacernos creer que no hacer nada nuevo es la única opción realista", señala la cita del fallecido ex jefe de Estado.
Luego, el kirchnerismo dedicó varios párrafos a explicar el origen de la deuda, con el expresidente Mauricio Macri (Juntos por el Cambio) y Nicolás Dujovne como principales apuntados.
En el documento, además, los senadores kirchneristas cuestionan duramente al Fondo, y aseguran que apoyar el resultado de las negociaciones hubiera significado “la derrota no solo del pueblo que sufrirá las consecuencias de este pacto, sino que, además, se transformaría en la dolorosa derrota de la política”.
“Algunos argumentos en defensa de lo firmado con el Fondo Monetario Internacional están alineados a la idea de un falso y repetido ‘posibilismo’ que acuna la disyuntiva del ‘es esto o el caos’ o ‘es esto o el abismo’. Repetidas veces han acorralado a la sociedad y a sus representantes con este tipo de operaciones cuando se discutieron y sancionaron leyes que tuvieron resultados nefastos para el conjunto de la sociedad argentina. La historia reciente así lo demuestra”, añade el texto de los legisladores alineados a CFK.
Los únicos senadores que votaron en contra del proyecto, de hecho, fueron los kirchneristas Oscar Parrilli, Anabel Fernández Sagasti, Juliana Di Tullio, Mariano Recalde, Nora del Valle Giménez, María Inés Pilatti Vergara, Matías Rodríguez, María Eugenia Duré y Claudio Doñate.
“Entendemos que los números tienen que ‘cerrar con la gente adentro’ y, lamentablemente, con este pacto millones de compatriotas seguirán afuera y otros tantos más, quedarán excluidos. Entendemos que es importante que los argentinos y las argentinas dejemos de tropezar con la misma piedra una vez más, y eso sólo es posible si transformamos la discusión ‘económico-técnica’, en una discusión política de fondo sobre la distribución de las cargas y las responsabilidades del ajuste que implica afrontar el pago al FMI”, explicó este sector mediante el documento.
Según los kirchneristas, el “éxito” del “pacto”, si se mide en términos del cumplimiento de las metas cuantitativas, “se apoya en varios supuestos que ya han quedado obsoletos con este contexto nacional e internacional de alta inflación, y que desde el principio no permitían cumplir con el objetivo de crecer para pagar”.
“Se prevé que la tasa de ajuste del tipo de cambio siga a la inflación, o sea, define de antemano un nivel de devaluación al que el país se compromete. Devaluación significa más pobreza, significa pérdida de poder adquisitivo del salario de los trabajadores y trabajadoras y mejora en la rentabilidad de los exportadores. Debemos discutir la distribución del peso de las cargas que la devaluación traerá sobre la población, y la evidente presión sobre la inflación que conllevan esta medida. ¿Cómo cumpliremos la meta de reducir la inflación si de antemano quedamos comprometidos a devaluar?”, cuestionaron.
En este sentido, el sector "k" advirtió que “sin crecimiento económico no hay industria, ni autoabastecimiento energético, menos aún cambio tecnológico y diversificación exportadora que son las bases reales de un modelo de desarrollo sostenible con distribución de la riqueza”.
Además, en el texto se cuestionó la parte del acuerdo que estableció que “si la Argentina crece por encima de las metas fijadas, todo excedente en la recaudación no podrá ser reinvertido en más inversión pública como escuelas, rutas, satélites o vacunas, sino que deberá ser utilizado para pagar la deuda o consolidar la reducción del déficit”.
“Establece la reducción a cero del gasto covid-19 para cumplir con las metas de déficit cero. Pero la pandemia no ha terminado. Nos preguntamos cómo haremos para seguir financiando las vacunas de refuerzo, los insumos médicos y todos los recursos que necesitamos para fortalecer al sistema sanitario”, se advirtió.
Además, el ala kirchnerista reiteró las críticas a la deuda original tomada durante el macrismo, al considerar que se aprobó bajo “múltiples irregularidades”, como el hecho de que “no hubo dictamen jurídico previo a la firma de dicha Carta de Intención”, ni un informe del Banco Central de la República Argentina “sobre cómo el crédito que se pretendía tomar iba a impactar en la balanza de papos”; tampoco “actos administrativos mediante los cuales se haya decidido tomar el crédito”.
“Creemos firmemente que las deudas deben ser honradas, y nuestro movimiento político así lo ha demostrado en los hechos pagando deudas que no contrajo, y que fueron contraídas por Gobiernos de signo ideológico opuesto. Pero a pesar de nuestra voluntad de honrar las deudas, también sabemos que ajustar a los sectores de ingresos medios y bajos es por definición contraproducente con los propios objetivos de crecimiento económico que cualquier programa necesita para no fracasar”, argumentaron los senadores kirchneristas, en el duro documento que evidencia hasta qué punto llegaron las tensiones internas en el Frente de Todos por el acuerdo con el FMI.