La vicepresidenta Cristina Kirchner se retiró nuevamente del recinto de la Cámara alta cuando promediaba el discurso del senador puntano Adolfo Rodríguez Saá. El senador fue quien en diciembre de 2001, al asumir la presidencia tras la renuncia de Fernando de la Rúa, declaró el default de la deuda con el FMI en el Congreso. Rodríguez Saá arrancó su discurso prometiendo que fundamentaría su voto -que será positivo- “desde mis más profundas convicciones”. Acto seguido, leyó un pasaje de la versión taquigráfica del discurso que, en aquel diciembre de 2001, brindó ante la Asamblea Legislativa.
“No podemos obviar que la llamada deuda externa es el más grande negociado económico que haya vivido la historia argentina -leyó, rememorando sus propias palabras en el Congreso- Aplausos prolongados. Eso es lo que dice la versión taquigráfica”. Los senadores oficialistas, celebraron las palabras del puntano y aplaudieron. Cristina Kirchner no disimuló una carcajada.
El senador Rodríguez Saá enfatizó que la única forma de evitar el endeudamiento es, justamente, dejar de tomar deuda. “Si tenemos que bajar el déficit, pues lo bajemos, no nos agarremos con los pobres, con los jubilados, miremos las planillas, allí hay cientos de fundaciones, organismos raros y gastos superfluos”, sostuvo. “Se puede transformar la Argentina; en vez de pelearnos aprovechemos esta oportunidad”.