El funcionamiento de los ovarios se ve afectado al menos hasta nueve meses después de haber tenido covid-19, lo que podría implicar una reducción de las posibilidades de concebir de manera natural o mediante técnicas de reproducción asistida. Así lo ha comprobado un grupo de investigadoras argentinas del Concejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y del Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME).
"Es importante que las parejas que hayan tenido la infección y estén buscando un embarazo por vías naturales y no puedan lograrlo, sepan que puede deberse a la enfermedad", ha dicho la líder del estudio, la doctora en Química Fernanda Parborell. Indagado sobre estos hallazgos, Diego López Osa -médico tocoginecólogo, especialista en reproducción y codirector de la clínica Fertilia, de ginecología y medicina reproductiva- expresa que los resultados de este estudio, al que califica de bien diseñado y multicéntrico, aportan y confirman que el virus afecta todo tipo de células en las que la enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2, por sus siglas) esté presente.
"Ovarios y testículos no están exentos de funcionar como receptores funcionales al SARS-CoV-2", razona el especialista, graduado en la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) y especializado en la Universidad de Medicina de Nueva Orleans. "En concreto, lo que se ha demostrado ahora es la reacción del cuerpo a una noxa; es decir, a un agente patógeno cuya presencia puede causar una alteración o una enfermedad", prosigue. Sin embargo, enseguida aclara que aún no se ha demostrado la presencia del propio virus en las gametas (ovocitos y espermatozoides).
- ¿Cree que el impacto podría ser acotado?
- La pandemia es muy reciente como para sacar conclusiones respecto a efectos temporales o definitivos. Es difícil poder predecir si el virus tendrá un impacto directo en la reproducción humana. Al momento, no está descripto.
- ¿Qué ha observado en estos tiempos de pandemia?
- Hemos visto una alteración en los espermatozoides, en cuanto a su morfología y su movilidad. Afortunadamente, con el tiempo estas condiciones han mejorado. Pero se trata sólo de una observación, puesto que podría haber sucedido por múltiples factores. No ha variado la tasa de embarazos y tampoco la tasa de abortos.
- Finalmente, ¿se sabe si durante el embarazo se transmite el covid?
- Si bien no hay datos concluyentes acerca de la transmisión vertical (desde la madre al bebé), existen altas sospechas de que sí sería posible; sobre todo en mujeres no vacunadas. Los casos descriptos están relacionados con los frecuentes fenómenos de trombosis de cordón. Pero al tratarse de un evento multifactorial, no se puede confirmar que haya sido provocado por el virus. Aún así y en estas situaciones, la presencia del virus en el feto sí fue confirmada.
- ¿Hay riesgos para el feto?
- Al momento, sabemos que no es un virus teratogénico. Esto significa que no es capaz de provocar un defecto congénito durante la gestación.
Algunas investigaciones sugieren que las mujeres embarazadas que tienen covid son más propensas a tener un parto prematuro y una cesárea. Ante este planteo, López Osa dice que "la única y efectiva" recomendación es vacunarse. "Es lo que nos está permitiendo volver a una normalidad más normal", simplifica.
El trabajo del Conicet, que fue publicado en la revista Molecular Basis of Disease, ha comprobado que en el 91 % de los fluidos foliculares de las pacientes post covid-19 se detectaban anticuerpos contra el SARS-CoV-2.
Un aspecto que no se plantea en esa investigación es el rol del estrés. Se cree que existe una clara relación entre el estado emocional y la fertilidad. De hecho, se sabe que el estrés disminuye la capacidad reproductiva tanto en la mujer como en el hombre. Además, la dificultad para concebir puede generar sentimientos de frustración, ansiedad y depresión. ¿Podría durante la pandemia haber empeorado este escenario? El doctor Hugo Ciaravino -especialista en ginecología y en embarazos de alto riesgo y docente en la cátedra de Ginecología y Obstetricia de la UNT- reconoce que la ansiedad podría producir cambios en la fertilidad.
"El estrés afectaría de diferentes maneras el organismo. Y tendría también implicancias en la concepción", advierte el especialista. No obstante, insta a descartar otras causas. El plazo medio para quedar embarazada cuando la mujer tiene menos de 35 años es de un año, explica.
"En medicina nos guiamos por las evidencias científicas. El estudio del Conicet requiere aún más análisis. El coronavirus es todavía una enfermedad que no conocemos en profundidad. Solo el tiempo y la investigación nos permitirán reconocer con fiabilidad sus secuelas", concluye Ciaravino.