Tras circular por la vereda con su auto, la jueza Freidenberg pidió disculpas
El martes 8 de este mes, un auto circuló por la vereda de la semipeatonal de calle 25 de Mayo. Esto ocurrió en momentos en que se llevaba adelante la movilización del “8M” en el centro de la capital provincial.
En los últimos días, esa maniobra trascendió en las redes sociales mediante un video que había registrado el paso del rodado por el área peatonal. También se conoció que el auto pertenecía a la jueza del fuero penal, Alicia Freidenberg. El subsecretario de Tránsito y Transporte de la capital, Enrique Romero, cuestionó a la vez la acción y advirtió sanciones.
En medio de la polémica, la propia magistrada envió una nota al funcionario de Tránsito explicando las razones de su acción frente al y pidió disculpas. Freidenberg ratificó su posición esta mañana en una entrevista con "LA GACETA Central", el noticiero de LG PLay. "Lo lamento y no lo volvería a hacer", enfatizó.
La nota
“Estuve sentada por aproximadamente dos horas en la mesa de la calle del Bar Café 25, cuando comenzó la marcha por el Día de la Mujer, sin poder precisar el horario exacto, esperando que concluya el paso de dicha marcha que se realizaba en forma pacífica. Había dejado mi auto estacionado en la cochera del Hotel Center. Aparentemente había concluido la marcha y voy a retirar mi auto de la cochera. Cuando intento salir, continúa otra parte de la marcha pero no avanzan y se detienen en dicha cuadra, justamente delante de la salida de la cochera. Espero un largo rato a que avanzaran, pero no…estaba parada”.
“Lo cierto es que tenía urgencia de salir porque llevaba en el auto una persona descompuesta, no era posible conseguir un taxi porque no podían entrar. Era imposible llegar hasta la calle Mendoza porque no había un policía que abriera el paso. Hubiese sido imposible llegar hasta Mendoza, además, porque se debía atravesar la ancha y tupida columna de personas que ocupaban toda a la calzada”, añadió.
Y continuó: “Ante esta aflicción mía por salir de ahí, es verdad que opté por circular por la vereda, a un paso menor al de un hombre, tanto que me llevó -creo- media hora media cuadra. En ese camino, se me iba abriendo paso hasta que, antes de llegar al Correo (Argentino), paré; ahí se me acercó una mujer que aparentemente era organizadora. Bajé la ventanilla porque ella se acercó a saludarme y dirigiéndose a mí: ‘cómo le va señora jueza, yo sé que siempre nos apoya, vaya tranquila’. Me besó la mano, me agradeció por lo que hago y a partir de ahí se me abrió el paso, así pude llegar a calle Córdoba”.
“No desconozco -por supuesto- que no se puede circular por la vereda. Es obvio. Pero el tránsito estaba obstruido - no cortado por autoridad alguna- y se trató de una causal de fuerza mayor, de un estado de necesidad, que no permitió en ese momento otra opción. Quedo a disposición por la aclaración que necesite y mi expresión de disculpa por el desagrado que pude haber causado”.