Pese a las severas sanciones financieras que recibió Rusia por su decisión de invadir Ucrania, el Kremlin logró reunir los fondos necesarios para abonar los intereses de la deuda externa y evitó entrar en una cesación de pago.
El Ministerio de Finanzas ruso confirmó este jueves que se efectuó el desembolso de los intereses de dos bonos extranjeros, en medio de temores de que Moscú pudiera declararse en default.
"La orden de pago para el reembolso de los intereses de los bonos (...) con un valor total de 117,2 millones de dólares (...) se llevó a cabo", consignó el Ministerio de Finanzas ruso en un comunicado.
Esta área del gobierno de Vladimir Putin indicó que había enviado los fondos a un "banco extranjero" el 14 de marzo, informó la agencia de noticias AFP.
Moscú tenía hasta el 16 de marzo para pagar los 117 millones de dólares, el primero de una serie de pagos previstos en marzo y abril.
Parte de las reservas rusas en el extranjero, unos 300.000 millones de dólares, está congelada como parte de las sanciones occidentales por la guerra en Ucrania.
Las sanciones también han paralizado parte del sistema bancario y financiero del país, y provocaron el desplome del rublo.
A tres semanas de desatada la guerra por la invasión a Ucrania, todavía son inciertos los alcances de las penalizaciones que recibió Rusia por la decisión de Putin.
Ahora, resta ver cómo afronta los siguientes compromisos el Kremlin, dadas las limitaciones para acceder a la divisa estadounidense.