Las fuerzas rusas continúan atacando ciudades y matando civiles en Ucrania, pero ya no logran avances sobre el terreno, señala un informe oficial elaborado por el Reino Unido.
A tres semanas del inicio de la guerra, desatada por la decisión del presidente de Rusia Vladimir Putin de invadir su país vecino, el asalto se lleva adelante desde cuatro direcciones. En ese marco, dos columnas masivas apuntan hacia Kiev, la capital ucraniana, que parece ser el principal objetivo en la estrategia de Moscú.
Pero la inteligencia militar británica dijo en su informe de este jueves que la invasión rusa se había "detenido en gran medida en todos los frentes", y que las fuerzas invasoras estaban sufriendo "grandes pérdidas" producto una resistencia ucraniana firme y bien coordinada.
Mientras tanto, los suburbios del noreste y noroeste de Kiev han quedado reducidos a escombros por los intensos combates; sin embargo, la capital se ha mantenido firme, bajo un toque de queda, aunque sujeta a letales ataques nocturnos con cohetes.
En medio del conflicto bélico, ambas partes han hablado de "avances" en las conversaciones. Funcionarios ucranianos estiman que Rusia se está quedando sin tropas para seguir luchando, y que pronto podría aceptar su fracaso en derrocar al gobierno ucraniano. Moscú, en tanto, sostiene que está cerca de acordar una fórmula que mantendría a Ucrania "neutral" con respecto a la OTAN, una de sus demandas.
Bombardeos
Las autoridades ucranianas dijeron que los rescatistas en el asediado puerto sureño de Mariupol estaban removiendo los escombros de un teatro donde se habían refugiado mujeres y niños, bombardeado por las fuerzas rusas el día anterior.
"El refugio antiaéreo resistió. Ahora se están retirando los escombros. Hay supervivientes. Todavía no sabemos el número de víctimas", dijo el asesor de la alcaldía, Petro Andrushchenko, en diálogo con la agencia Reuters.
Rusia negó haber atacado el teatro, donde -según imágenes satelitales- estaba escrita la palabra "niños", marcada en el suelo, antes de que explotara.
Mariupol ha sufrido la peor catástrofe humanitaria de la guerra, con cientos de miles de civiles atrapados en sótanos sin comida, agua ni electricidad durante semanas. Las fuerzas rusas han comenzado a dejar salir a algunas personas en automóviles privados esta semana, pero han bloqueado el acceso de los convoyes de ayuda a la ciudad.
Viacheslav Chaus, gobernador de una región centrada en la ciudad norteña de Chernihiv, que ha sido intensamente bombardeada, dijo que 53 civiles habían muerto allí en las últimas 24 horas.
En la capital, Kiev, un edificio en el distrito de Darnytsky resultó gravemente dañado, aunque las autoridades dijeron que eran escombros de un misil derribado temprano en la mañana.
Mientras los residentes limpiaban vidrios y se llevaban bolsas con sus pertenencias, un hombre se arrodilló llorando junto al cuerpo de una mujer que yacía cerca de una puerta, cubierto con una sábana ensangrentada.
Conversaciones de paz
Aunque ambas partes señalaron un progreso limitado en las conversaciones de paz esta semana, el presidente Vladimir Putin, quien ordenó la invasión de Rusia el 24 de febrero, mostró pocas señales de ceder.
En un discurso televisado vituperante, arremetió contra los "traidores y la escoria" en casa que ayudaron a Occidente, y dijo que el pueblo ruso los escupirá como mosquitos.
Dmitry Medvedev, subjefe del consejo de seguridad de Putin, afirmó que Estados Unidos había avivado la rusofobia "repugnante" en un intento de obligar a Rusia a arrodillarse. "No funcionará, Rusia tiene el poder de poner a todos nuestros descarados enemigos en su lugar", indicó.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, invocó el Holocausto nazi y el Muro de Berlín en un discurso por enlace de video al Bundestag de Alemania, un día después de citar a Martin Luther King en un discurso similar ante el Congreso de los Estados Unidos.
“Cada año, los políticos repiten 'nunca más'”, dijo Zelensky, de ascendencia judía, a los legisladores alemanes, citando un eslogan utilizado para conmemorar el Holocausto. "Y ahora vemos que estas palabras simplemente no tienen valor. En Europa, un pueblo está siendo destruido, están tratando de destruir todo lo que nos es querido, por lo que vivimos", señaló el mandatario ucraniano. (Reuters)