16 Marzo 2022
CONTRA LA POBLACIÓN. Caminando entre los escombros, y con la ayuda de vecinos, voluntarios y personal médico, los residentes son evacuados entre los restos de un barrio destruido por las bombas, en la capital ucraniana. REUTERS
LEÓPOLIS/KIEV, Ucrania.- Los ataques aéreos y los bombardeos rusos causaron destrozos en edificios de Kiev, a medida que las fuerzas invasoras iban reforzando su control en la capital ucraniana y que un convoy de civiles salía de la asediada ciudad portuaria de Mariupol hacia zonas más seguras.
Además de la avanzada rusa sobre la capital, la expansión de los combates hacia el oeste de Ucrania es causa de alarma entre los integrantes de la alianza occidental que se organizan en torno a Estados Unidos y la Unión Europea, en la OTAN.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, pidió que se eviten a toda costa los accidentes e incidentes cerca de las fronteras de la Alianza, e instó a que si suceden “no escapen de control”.
La advertencia de Stoltenberg se refiere al bombardeo ruso, que a 20 kilómetros de la frontera con Polonia, destruyó un centro militar y dejó 34 muertos.
Además, los últimos días se han conocido informaciones sobre drones rusos en Polonia y Rumanía. El 9 de marzo, otro dron de fabricación rusa procedente de Ucrania se estrelló en Zagreb, tras sobrevolar Rumanía, Hungría y Croacia.
La posibilidad de que incidentes similares puedan provocar daños materiales o pérdidas humanas en territorio de la OTAN ha planteado la pregunta de si la Alianza estaría dispuesta a aplicar el artículo 5 de la organización, según el cual un ataque contra un país miembro equivale a un ataque contra todos ellos, por lo que se debe dar una respuesta militar conjunta.
“Cuando vemos más actividades militares, cuando vemos combates cerca de las fronteras de la OTAN, siempre hay riesgo de que se produzcan incidentes y accidentes y, por tanto, tenemos que hacer todos los esfuerzos para evitar esos incidentes y accidentes y, si suceden, asegurar que no escapen de todo control y creen situaciones realmente peligrosas”, dijo Stoltenberg.
Un eventual uso de armas químicas por parte de Rusia es una preocupación real, dijo, y añadió que la alianza militar está “muy atenta” a ese riesgo.
Los líderes de la OTAN se reunirán en Bruselas el 24 de marzo en una cumbre extraordinaria para discutir la invasión rusa de Ucrania, dijo el jefe de la alianza, mientras la Casa Blanca confirmó que el presidente estadounidense Joe Biden también asistirá.
“Abordaremos la invasión por parte de Rusia, nuestro firme apoyo a Ucrania y el fortalecimiento de la disuasión y la defensa de la OTAN. En este momento crítico, América del Norte y Europa deben seguir unidas”, escribió, en Twitter, Stoltenberg.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, confirmó que Biden asistirá a la reunión en la sede de la OTAN. “Su objetivo es reunirse en persona y evaluar en qué punto estamos del conflicto -dijo-. Hemos estado increíblemente alineados hasta la fecha. Eso no ocurre por accidente”.
Los nuevos bombardeos sobre Kiev dejaron al menos cinco muertos una cantidad no determinada de heridos, en el vigésimo día de la invasión rusa, Se incendiaron edificios y muchas personas quedaron bajo los escombros. Unos 2.000 vehículos consiguieron salir de Mariupol y otros 2.000 estaban esperando, según el ayuntamiento.
Un convoy con provisiones para Mariupol, cuyos residentes se han estado refugiando de los bombardeos rusos y están desesperados por conseguir comida y agua, quedó atascado en la cercana Berdyansk, dijo la viceprimera ministra Iryna Vereshchuk.
Ayer se reanudaron las conversaciones de paz entre las delegaciones rusa y ucraniana por videoconferencia. Funcionarios ucranianos dijeron que hay esperanza de que la guerra termine antes de lo previsto porque Moscú podría estar aceptando su fracaso para imponer un nuevo gobierno en Kiev por la fuerza.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenski, dijo que estaba dispuesto a aceptar garantías de seguridad que no comprometan el objetivo, a largo plazo, de entrar en la OTAN, a lo que Moscú se opone firmemente.
Tras casi tres semanas de una guerra que Moscú creía que ganaría en pocos días, la mayor fuerza de invasión europea desde la Segunda Guerra Mundial se ha detenido a las puertas de Kiev.
Las columnas acorazadas de las fuerzas rusas no han logrado tomar ninguna de las 10 mayores ciudades de Ucrania, a pesar de los bombardeos que han reducido a escombros algunas zonas residenciales. (Reuters)
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